MACROECONOMÍA
Anón sin semillas: dulce y de muy fácil consumo
ESTA TÉCNICA TAMBIÉN SE IMPLEMENTA EN BRASIL
El anón es una fruta tropical, originario de las Antillas, el cual se cultiva muy bien en clima tropical y sub-tropical. Pertenece a la famillia Annonáceas y su nombre científico es Annona squamosa. Es una fruta deliciosa que a todo el que la prueba le gusta, tiene el inconveniente de la gran cantidad de semillas, lo cual dificulta su degustación. Una mutación producida en una planta de anón, en Malaga, España, trajo por consecuencia la producción en la parte mutante, de frutas sin semillas. Con los adelantos de la época actual, ya se ha determinado el gen que provoca el crecimiento de los frutos, sin estar fertilizados por el polen. Lo que faltaría es insertar ese gen en variedades de anón, que se desean producir comercialmente y con las características muy positiva de no tener semillas. Esta novedad que se produce en el anón, también ocurrió a principio del siglo pasado en la variedad de naranja “Bahía” en Brasil. La mutación de una rama de la naranja, originó frutas y hojas diferentes a la planta madre y lo más importante sus frutos no producían semillas. Esa variedad que se creó espontáneamente por esa mutación en la naranja “Bahía”, se le denominó “Washington navel”. Fué muy popular en el país en los años de 1960 y 1970, por el gran tamaño de la fruta, el elevado grado brix que posee (muy dulce) y por consumirse conjuntamente con el bagazo. Lo que hizo casi desaparecer tanto la variedad “Washington navel” como también la “Calilfornia” y otras variedades en el país, fué la introducción de forma masiva para proyectos industriales de la variedad “Valenciana”. Esta variedad “Valenciana”, además de tener mucho jugo, también es de un grado brix muy dulce, lo cual se presta para el consumo como fruta fresca e indiscutiblemente es la mejor para consumo industrial. Sobre frutales sin semillas debemos recordar que en los años de 1965 a 1970, los taiwaneses (sin duda el país de mayores adelantos en la fruticultura, a nivel mundial) lograron producir comercialmente guayabas sin semillas. El método utilizado fué a través de la eliminación de la parte masculina de la flor (polen) y a la vez aplicando auxina (aia, ana, ácido indol-butiríco, etc.) en la parte femenina de la flor (estigma). Para la década del 1970 los taiwaneses tenían en producción unas 30,000 a 40,000 tareas de guayabas sin semillas, con el método indicado. En esa fecha, técnicos de la misma nacionalidad (Taiwan), habían creado una tecnología muy especial para lograr la sandía (patilla) sin semilla. Para lograrlo primero obtuvieron la sandía tetraploide, aplicándole 2 a 3 gotas de colchicina a plantitas de 4 a 5 días de germinadas. Estas plantitas que originalmente eran diploides, se transformaron por el efecto de la colchicina en plantas tetraploides (duplicaron los genes). El paso siguiente fué cruzar las plantas tetraploides con plantas diploídes, originando plantas triploides, con la característica de producir frutos pero sin semillas. La gran demanda del pueblo de Taiwan, como también para la exportación a Japón, Corea del Sur y otros países, hizo que la extensión de terreno para éste cultivo se triplicara. Hay que hacer notar que se utilizaron como plantas madres las tetraploídes, las cuales se fertilizaron aplicándoles el polen de las plantas diploides.