PRISMA ECONÓMICO
El emprendedor en la economía
No existe una definición universal de la palabra emprendedor. Para algunos autores, el emprendedor es un innovador, un estratega creador de nuevos métodos, transformando posibilidades en oportunidades. Otros lo definen como personas que persiguen el beneficio, trabajando individual o colectivamente. La actividad emprendedora o emprendurismo, privilegia la descentralización y delegación de poder, con la innovación como instrumento principal para explorar el cambio como una oportunidad para un negocio o servicio diferente. La función emprendedora es considerada como una de las principales fuerzas impulsoras del crecimiento económico. Su vínculo con el dinamismo de la actividad productiva local e internacional, radica en su capacidad de producir un proceso de “creación destructiva”, como lo catalogo el economista Joseph Schumpeter, en donde la aparición de nuevos productos y modelos de negocios desplazan o destruyen los anteriores. Igualmente, para economistas como Ludwig von Mises y Frederick von Hayek, máximos exponentes de la Escuela Austríaca, los emprendedores son individuos que pueden convertir una nueva idea en una innovación. La importancia de los emprendedores para incrementar el bienestar en una economía, se refleja en las recientes declaraciones de Edmund Phelps, Premio Nobel de Economía, cuando afirmó que: “… si Europa y otros países en desarrollo quieren incrementar su crecimiento económico y recortar el desempleo, deben promover a sus emprendedores y hacerles la vida más fácil.” Los emprendedores son, por necesidad, personas de gran visión e influencia. No obstante, si no se pensara que es posible, y hasta necesario, aprender a emprender, no existirían cátedras dedicadas al tema en universidades alrededor del mundo. Por ejemplo, Jeffry Timmons , autoridad global en la materia, tiene 29 libros publicados sobre el tema. Recientemente, Timmons afirmó que “ser un buen emprendedor es un largo proceso de aprendizaje más parecido a una maratón que a una carrera de cien metros planos”. La característica fundamental de la mentalidad emprendedora es pensar en términos de oportunidades, no de recursos. Esto puede aprenderse desde pequeño. Es posible enseñar a los niños a adoptar una actitud emprendedora. El fracaso debe ser visto como una forma alternativa de aprender. La mentalidad emprendedora debe complementarse con conceptos formales de negocios. Ser emprendedor no es una tarea sencilla, sobre todo en países en desarrollo. No obstante, el creciente número de casos exitosos de emprendedores tanto a nivel local como internacional, hacen que la incursión sea cada vez menos traumática. República Dominicana, a pesar de las limitaciones inherentes a nuestra etapa de desarrollo, es un terreno fértil para la actividad emprendedora. Desde 2007, el país ha mejorado sistemáticamente la facilidad con la que se “hace negocios” según el último reporte Doing Business del Banco Mundial. Asimismo, el Global Entrepreneurship Monitor en su informe más reciente, afirma que los dominicanos presentan uno de los más altos niveles de actividad emprendedora en etapa temprana de una muestra de 42 países.