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Reciclaje plástico se convierte en negocio para “sobrevivir”

Foto alusiva al reciclaje

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Carlos Arturo GuisarreSanto Domingo

SANTO DOMINGO.- El reciclaje, como actividad, ha sido reconocido como una de las soluciones más viables para manejar los desechos y la basura que se produce a diario en las ciudades. Es también, a su vez, un aliado en la lucha por preservar la salud del medio ambiente, reduciendo la explotación de los recursos naturales y evitando al máximo que materiales que no son biodegradables causen el proceso de contaminación.

El zafacón viejo, la batea que ya no se usa, los vasos, platos y cubiertos desechables, canastas de ropa, sacos, las bitillas de los botellones de agua, la batería descargada, en fin, todo artículo hecho de plástico puede ser reinsertado en el mercado y devuelto, como nuevo, en la forma de otro objeto que se necesite.

Este proceso abarata los costos de producción de productos plásticos, lo que se refleja en un ahorro para el comprador final.

La Recicladora Hermanos Híchez tiene varios años recolectando y rehabilitando desperdicios plásticos. Es una compañía como cualquier otra, paga sus impuestos, contrata empleados y compite en el mercado. Lo que tiene de particular es la materia prima que utiliza. Mientras las personas comunes tiran, por ejemplo, el tarro plástico donde se comieron el helado, ellos son capaces de convertirlo, aunque lo consideremos basura, en un producto de calidad y con salida al mercado industrial.

“Las empresas del reciclaje ayudan bastante a lo que es la ecología y al medio ambiente en términos de la preservación de la vida, porque ese plástico que no se degrada ni siquiera debajo de la tierra es devuelto al mercado, de modo que esta actividad ayuda sobre todo al Estado y de igual manera constituye una fuente de empleos e ingresos”, dice Reynoso Hichez Tellerías, administrador de la recicladora.

El proceso es el siguiente, consiguen los desperdicios plásticos, los clasifican por color y calidad, luego lo trituran hasta volverlos casi polvo y el producto de la trituración es lo que comercializan y lo que les deja las ganancias, según explicaron en la empresa.

Hichez Tellerías detalló que mensualmente su recicladora procesa alrededor de 90 mil libras de desperdicios plásticos y despacha 70 mil libras.

Tipos de plásticos

Ellos reciclan toda clase de plásticos. “Por ejemplo, nosotros reciclamos poliestileno de inyección que se utiliza en la fabricación de cubetas y otros envases para lavar, el polipropileno, que tiene un nivel mucho más elevado y sirve en la fabricación de las cajitas de los conectores eléctricos, peines, rolos, perchas, entre otros”.

La compañía recicladora tiene maneras de recolectar los desperdicios: recogen los desechos que producen las industrias de zonas francas y compran a particulares el plástico que recolectan y trasladan en triciclos, carros, camionetas o camiones.

Otra forma de recoger sus insumos es recogiéndolos en un camión que envían al vertedero de Duquesa. Por disposición de la Asociación de Compradores de Duquesa, ellos sólo pueden recolectar plástico los días lunes, viernes y sábados hasta el mediodía. Híchez Tellerías explica que Duquesa es su mayor fuente de plástico, donde consiguen alrededor de 25 mil libras al mes.

Colaboración externa

El reciclador dijo que consigue plástico en San Pedro de Macorís, en Higüey, en La Vega, Santiago, Sosúa, entre otras provincias, ya sea recolectando la basura de las fábricas que colindan en estas zonas o recibiendo de todas partes del país gente en camiones traen basura “para convertirla en dinero”.

“Nosotros recibimos gente de localidades lejanas, como por ejemplo Pedernales, que vienen en sus camionetas, furgonetas y demás medios de transporte, lo que hacemos es que les pagamos un poco más para incentivarlos a seguir recogiendo, porque nos colaboran en nuestro negocio y ayudan a sus comunidades eliminando la basura”, declaró Híchez Tellería. El representante de la procesadora de reciclaje motiva a las personas a recolectar argumentando que “vendiendo los desperdicios plásticos que se consiguen fácilmente en la calle, el que contribuye con nosotros puede ganar dinero extra para sustentar a sus familias mientras colabora con la preservación del ambiente y la lucha contra la contaminación”. Entiende que el Estado debería darles facilidades a estas empresas ya que de alguna manera están ayudando a las autoridades a deshacerse de desperdicios que al final de cuentas nadie quiere, “por decir algo, esas botellas de agua que al tirarse al suelo pueden hasta tapar los desagües, nosotros las recogemos y las rehabilitamos”.

Híchez Tellerías plantea que las autoridades gubernamentales deberían dar financiamiento a este tipo de negocios para que puedan renovar su tecnología y así ser capaces de procesar una mayor cantidad de plástico y con mayor calidad.

“La compañía cumple con todos sus compromisos, lo cual es muy difícil de sostener cuando pagamos una nómina que necesitamos, una electricidad sumamente costosa y gastos fijos, aunque la actividad tiene cierta rentabilidad, siempre enfrentamos la posibilidad de cerrar, así como han desaparecido otros que hacían lo mismo que nosotros”, sostuvo.