TERRORISMO
Ataques en España comenzaron con explosión fallida
Una célula de al menos nueve extremistas planeó meticulosamente un ataque con vehículos y explosivos contra turistas, y concretó la mayor parte de su cruento objetivo al asesinar a 14 personas, dijeron ayer las autoridades.
Las policías de España y Francia emprendieron una intensa búsqueda de los miembros restantes de esa célula, que según el grupo Estado Islámico pertenece a sus filas.
Una bomba mal construida evitó que la devastación fuera mayor, dijeron las autoridades después de examinar detenidamente el lugar donde se registró un estallido el miércoles en la localidad de Alcanar y que inicialmente fue descrito como una explosión causada por gas de uso doméstico. Al menos una persona perdió la vida y varias resultaron heridas en la vivienda, donde el plan terrorista había tomado forma, según la policía.
Dieciocho horas después, una furgoneta rentada circuló el jueves por el concurrido paseo de Las Ramblas en Barcelona y embistió a las personas que ahí se encontraban, 13 de las cuales fallecieron. Un video de vigilancia captado desde el interior de un museo mostró a la camioneta acelerando por el paseo, donde por poco arrolló a una persona que llevaba un coche para bebés mientras otras huían.
Armados con un hacha, cuchillos y cinturones explosivos falsos, los atacantes se dirigieron la madrugada el viernes en un segundo vehículo hasta el malecón de la localidad turística de Cambrils, donde hirieron de muerte a una persona.
Cinco de los agresores fueron muertos a tiros, entre ellos Moussa Oukabir, de 17 años, dijo un representante del sindicato de la policía local, que confirmó reportes de la prensa española. El nombre de Oukabir encabezaba una lista de cuatro sospechosos buscados por los ataques, dijo el representante del sindicato, que solicitó el anonimato para poder hacer declaraciones sobre las pesquisas.
Fuentes policiales dijeron que Moussa Oukabir fue el conductor de la furgoneta en Barcelona, según diversos medios, entre ellos el periódico La Vanguardia, de Barcelona, y la televisora nacional española RTVE.
La orden de arresto era válida en España y Francia, de acuerdo con el funcionario español y con otro de la policía francesa que también solicitó el anonimato para hacer declaraciones sobre el documento.
Ninguno dijo qué fue de los otros tres individuos cuyos nombres aparecían en la lista y cuyas edades oscilan entre 18 y 24 años. Todos tenían raíces en Marruecos. Solo Moussa Oukabir había nacido en España, según el documento.
Horas antes, el presidente de la generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, dijo que al menos un "terrorista está suelto. No sabemos si con capacidad para hacer daño".
El funcionario francés dijo que España había avisado sobre una furgoneta rentada que se cree cruzó la frontera hacia el norte.
El hermano de Moussa, Driss Oukabir, fue arrestado el jueves después que se presentó ante la policía para denunciar que sus documentos de identidad robados eran los que se encontraron en la furgoneta abandonada en Las Ramblas, según medios españoles.
Los hermanos nacieron y crecieron en Ripoll, un municipio apacible y elegante de 10.000 habitantes en el Prepirineo catalán, donde sobresale la imponente torre del Monasterio de Santa María de Ripoll. La puerta maltratada del apartamento de la familia en el primer nivel estaba abierta el viernes y el lugar estaba vacío.
Los vecinos manifestaron su consternación por la noticia de que Moussa Oukabir estaba implicado en los acontecimientos. Un adolescente, que se identificó solo por su primer nombre, Pau, dijo que ambos jugaban cuando eran más jóvenes y que Moussa era "un buen chico".
Las autoridades dijeron que ambos ataques están relacionados y son obra de una célula terrorista grande que llevaba mucho tiempo conspirando desde la casa en Alcanar, ubicado 200 kilómetros (124 millas) costa abajo de Barcelona. La vivienda fue destruida por una explosión de gas butano el miércoles por la noche en la que falleció una persona. Uno de los heridos en el estallido está detenido.
Josep Lluis Trapero, alto funcionario policial, dijo que la policía cree que la explosión aparentemente accidental les impidió a los sospechosos llevar a cabo un atentado aún más mortífero.
La policía indicó que arrestó a dos personas el viernes, después de las dos detenciones de la víspera. Tres marroquíes y un español están bajo custodia, ninguno con antecedentes de terrorismo.
En declaraciones a la radiodifusora Onda Cero, el consejero del Interior de Cataluña, Joaquim Forn, dijo que se trata de un grupo más bien numeroso de agresores.
En medio de intensas medidas de seguridad, Barcelona intentó seguir adelante con sus actividades normales el viernes. Las Ramblas fue reabierta al público y el rey Felipe VI y el presidente de gobierno Mariano Rajoy guardaron un minuto de silencio en la plaza principal de la ciudad junto a miles de personas. "¡No tengo miedo! íNo tengo miedo!", coreó la multitud en catalán y en español. Las autoridades aún hacían frente al ataque en Barcelona cuando la policía en Cambrils, a 130 kilómetros (80 millas) hacia el sur, mató a los cinco atacantes que habían embestido a los turistas y a los habitantes con su automóvil cerca del malecón de la ciudad. Forn dijo que los cinco portaban cinturones explosivos falsos.
Una mujer en Cambrils murió de sus lesiones y otras cinco personas resultaron heridas, señaló la policía catalana.