INVESTIGACIÓN

La ONU identifica a 41 "cascos azules" acusados de abusos sexuales

De las supuestas víctimas, 25 son menores y ocho presentaron reclamaciones de paternidad, seis de ellas menores de edad

Naciones Unidas anunció hoy que ha identificado a 41 "cascos azules" de Burundi y Gabón que supuestamente cometieron abusos sexuales durante su despliegue en la República Centroafricana entre 2014 y 2015.

Los presuntos responsables -25 burundeses y 16 gaboneses- fueron reconocidos en fotografías por víctimas y testigos o identificados a través de otras pruebas en el marco de una investigación de más de cuatro meses, explicó el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.

En total, los investigadores entrevistaron a 139 posibles víctimas de abusos en la localidad de Dekoa, en la prefectura centroafricana de Kemo, pero una mayoría no pudieron identificar a los agresores u ofrecer evidencias, dijo Dujarric.

De las supuestas víctimas, 25 son menores y ocho presentaron reclamaciones de paternidad, seis de ellas menores de edad.

La investigación fue llevada a cabo por la Oficina de Supervisión Interna de Naciones Unidas (OIOS) junto con expertos de Burundi y Gabón y arrancó el pasado abril, después de que salieran a la luz varios supuestos casos de abusos en Dekoa.

Según Dujarric, los investigadores se valieron principalmente de testimonios de posibles víctimas y testigos, ante la falta de pruebas forenses, pues la mayoría de los casos habían tenido lugar el menos un año antes.

El portavoz de la ONU dijo que la organización ha trasladado las conclusiones de la investigación a los Gobiernos de Burundi y Gabón, incluidos los nombres de los identificados, y espera "acciones legales apropiadas para asegurar responsabilidad criminal".

Dujarric dijo que la responsabilidad del resto de la investigación corresponde a las autoridades de los dos países, a los que la ONU pidió que le transmitan de forma urgente sus conclusiones finales.

Los supuestos criminales, de confirmarse las acusaciones, no serán aceptados en el futuro en las operaciones de paz de Naciones Unidas, aseguró.

Todos ellos habían salido ya de la República Centroafricana antes de que las acusaciones salieran a la luz.

"Naciones Unidas condena en los términos más contundentes todos los actos de explotación y abuso sexual cometidos por fuerzas de paz o cualquier otro personal de la ONU y mantendrá un seguimiento para que los responsables de estos abominables actos sean llevados ante la Justicia", dijo Dujarric.

Desde el año pasado, Naciones Unidas ha recopilado numerosas denuncias de supuestas violaciones y otros abusos supuestamente cometidos por "cascos azules" entre 2013 y 2015, en muchos casos contra menores.

En respuesta, la ONU ha prometido una política de "tolerancia cero" que ha incluido por ahora la puesta en marcha investigaciones y la repatriación de centenares de soldados.

En paralelo, ha habido también denuncias que involucran a tropas francesas de paz, que operan al margen de la ONU, como parte de la operación "Sangaris", también en la República Centroafricana.

Según un grupo de expertos independientes creado por la propia organización, la ONU ignoró durante meses las acusaciones en esos y otros casos y fracasó en su respuesta a los supuestos abusos.

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