ANÁLISIS

Obama quiere asegurar con histórico viaje que no haya vuelta atrás con Cuba

LA VISITA QUE REALIZARÁN OBAMA Y SU ESPOSA, MICHELLE, A LA HABANA EL 21 Y 22 DE MARZO LLEGA "EN UN MOMENTO PARTICULARMENTE BUENO"

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Miriam Burgués / EFEWashington

El presidente de EE.UU., Barack Obama, quiere asegurarse con su histórico viaje del mes próximo a La Habana de que no habrá vuelta atrás en el acercamiento con Cuba y, a la vez, enviar el mensaje de que está "a favor" del pueblo cubano.

La visita que realizarán Obama y su esposa, Michelle, a La Habana el 21 y 22 de marzo llega "en un momento particularmente bueno", sostuvo a Efe el exembajador Melvyn Levitsky, actualmente profesor de política internacional en la Universidad de Michigan.

Levitsky recordó que se acaba de firmar, esta semana, el acuerdo sobre aviación civil que permitirá una conexión regular de vuelos comerciales entre ambos países, previsiblemente a partir del otoño y con un potencial de 110 conexiones diarias de ida y vuelta.

En la misma línea, el presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, Michael Shifter, dijo a Efe que le parece lógico que Obama quiera hacer ya la visita a Cuba, con el objetivo de "aprovechar al máximo el tiempo que le queda de mandato" para profundizar hasta donde sea posible el acercamiento bilateral.

"No hay otro tema en todo el legado de Obama que tenga tanto apoyo dentro de Estados Unidos", comentó Shifter sobre la normalización con Cuba, una apuesta que, a su juicio, "le ha salido muy bien políticamente".

Shifter cree, por otro lado, que Obama "no va a tener pelos en la lengua" y va a ser "muy claro" durante su visita a la isla sobre la necesidad de mejoras en el respeto a los derechos humanos.

El propio Obama, al anunciar el viaje en su cuenta de Twitter, anticipó que todavía existen "diferencias" con el Gobierno cubano y que él las abordará "directamente", mientras que la Casa Blanca ha confirmado que el presidente se reunirá con disidentes y miembros de la sociedad civil.

Levitsky y Shifter coincidieron en que la visita de Obama puede tener cierto "impacto" en la situación de los derechos humanos en Cuba.

Incluso, Levitsky afirmó que es posible que haya "algún movimiento" por parte de las autoridades cubanas en vísperas de la visita de Obama y mencionó la liberación de presos políticos.

La recepción a Obama por parte de los cubanos "va a ser muy calurosa, con mucho entusiasmo", y eso, en alguna medida, puede ayudar a incentivar cierta "apertura", según Shifter.

Los cubanos, en general, tienen la impresión de que Obama "quiere hacer algo bueno para el pueblo cubano", comentó a Efe la antropóloga y escritora Ruth Behar, que conoce bien la isla porque, pese a que vive en Estados Unidos desde niña, nació allí y la visita con frecuencia.

En opinión de Behar, el hecho de que Obama vaya a Cuba "es una manera de decir que está a favor del pueblo cubano" y no al contrario, como afirma uno de los mayores críticos de la normalización bilateral, el aspirante republicano a la Casa Blanca y senador Marco Rubio.

Rubio y el también candidato presidencial Ted Cruz, ambos de origen cubano, han criticado el viaje de Obama a la isla, al igual que el exilio cubano en EE.UU., que lo considera una concesión al Gobierno de Raúl Castro y cree que contribuirá a legitimar su imagen a nivel internacional.

En opinión de Shifter, fue la política de anteriores administraciones estadounidenses de "castigar y aislar" a Cuba la que "legitimó" al régimen de los Castro.

En suma, como escribió esta semana Ted Piccone, un experto en Cuba en el centro de estudios Brookings, la visita de Obama a la isla, "que por sí misma es un paso positivo, debería medirse por los resultados concretos de los próximos nueves meses".

Obama, que se convertirá en el primer presidente estadounidense en ejercicio que visita Cuba en 88 años, aseguró por su parte el pasado jueves ante los periodistas que, al menos, el viaje será "divertido".

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