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El mundo de la música de Giuseppe Verdi

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María Antonietta RonzinoSanto Domingo

En estos días, hemos estado menos activos que de costumbre, por lo que nos detuvimos a repasar la conciencia y como estábamos en la casa pudimos ver variados y muy importantes programas de televisión. Uno de ellos fue la vida de Giuseppe Verdi (Roncole, 1813), compositor italiano de cuya obra soy admiradora ferviente y más ahora con los datos que, aunque los tenemos en todos los textos en nuestros anaqueles, no habíamos revisado.

Procedía de una familia aldeana y su padre tenía una posada en Roncole, a seis kilómetros de Busseto. Cuando Verdi nació, los franceses eran dueños de la comarca, luego los austríacos reconquistaron el territorio y el pueblo fue saqueado por los destacamentos de caballería. Una lápida en Le Roncole recuerda a la madre de Verdi con su hijito en brazos refugiada en el campanario de la iglesia durante el saqueo.

La afición a la música de Giuseppe era tan intensa que su padre le compró un piano viejo (esto me recuerda a Dante Ronzino, mi padre, comprándome violines en San Juan de la Maguana, para que yo fuera músico, pero lo que yo hacía era cantar casi desde que nací). En el caso de Verdi, fue Barezzi, un comerciante gran aficionado de su pueblo, quien lo llevó a su casa empleándole en sus negocios y permitiéndole tocar el piano con su hija. De Barezzii, Verdi escribió: “He conocido a mucha gente, pero nadie mejor que Barezzi. Me quería como a un hijo, y yo a él como a un padre”. En 1836 Verdi se casó con Margherita, la hija de Barezzi.

Verdi pasó penurias, inclusive siendo monaguillo se distraía escuchando la música del órgano por lo que el cura le dió un puntapie que lo tiró sin sentido al pie del altar. Después estudió órgano, pero no conseguía trabajo. Aspiró a una beca y fue rechazado. Todo eso y más pasó en la vida de ese enorme compositor que escribió Nabuco, Rigoletto, IL Trovatore y La Traviata, entre 1851 y 1853. Además compuso Aida, Otelo, Falstaff, Un baile de máscaras, La fuerza del destino y Don Carlos, entre otras obras.

Fuentes: “Diccionario enciclopédico Castell”, “Diccionario Oxford de la música” y “El gran mundo de la música”.

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