SALUD VISUAL

Desprendimiento de la retina

Los factores de riesgo incluyen la miopía, la diabetes, los traumas oculares, los procesos cicatriciales y la anemia falciforme

¿Has escuchado decir alguna vez que leer en un vehículo en movimiento puede provocarte un desprendimiento de retina? Seguro que al oír este tipo de advertencia se te han quitado las ganas de aprovechar el viaje de la casa al trabajo para hojear un libro o repasar una lección.

En este caso, debes saber que tus temores podrían ser infundados.

El desprendimiento de la retina, según el oftalmólogo Juan Ubiera, no se produce por estas causas.

“Lo que produce la lectura en movimiento es vértigo”, aclara, y esto “dependiendo de la sensibilidad de las personas”.

Ahora bien, si padeces miopía, diabetes o anemia falciforme, el riesgo de un desgarro de retina se cierne sobre ti.Ubiera, especialista del Centro Láser, señala que los miopes tienen propensión al desgarro de retina debido a su anatomía ocular.

“La miopía es generada por una longitud axial ocular mayor de lo normal (de 20 a 22 milímetros)”, explica el médico.

Además de este defecto refractivo, las causas del desprendimiento de retina incluyen el daño ocular de la diabetes, los traumas oculares, los procesos cicatriciales de la retina (retinopatía de la prematuridad) y la anemia falciforme.

MEMBRANA La retina es una membrana fotosensible que recubre la cara interna posterior del ojo. Contiene las células especializadas que convierten la luz en el estímulo eléctrico que viaja a través del nervio óptico hasta el cerebro. En este último órgano se decodifica esa señal para producir la visión.

EN RIESGO Una miopía de alto grado favorece los desgarros en la retina. En la persona con este defecto de la refracción, cuya incidencia ha aumentado en el mundo, la longitud física del ojo es mayor de lo normal y el afectado ve borrosos los objetos lejanos.

Desgarro de retina puede causar la pérdida de visión

Como ocurre con las neuronas, el tejido de la retina no se replica. Cuando las células que componen esta membrana del ojo mueren, se produce un daño permanente.

He ahí el gran riesgo de un desprendimiento de retina. Como consecuencia de esta emergencia oftalmológica, las células especializadas de la retina dejan de alimentarse y comienzan a morir.

“Se pierde la transmisión del impulso eléctrico generado por la conversión de la luz en electricidad y se disminuye todo el potencial visual”, dice el oftalmólogo Juan Ubiera.

Según el médico, una de las complicaciones tardías del desprendimiento es la generación, por parte de las células retinianas, de un mecanismo de autopegado para poder reaplicarse a su lecho de nutrición.

¿El resultado? Se produce una cicatrización anormal que degenera en fibrosis, y esta impide poder reparar el daño por vía quirúrgica.

Síntomas ¿Cómo se produce el desprendimiento? Para comprenderlo es necesario conocer un poco sobre la anatomía del ojo. El globo ocular está relleno de una gelatina transparente llamada vítreo, que le da tono y volumen. Esta gelatina se encuentra adherida a toda la superficie de la retina.

“El primer evento que ocurre para generarse un desprendimiento de retina es la generación de un roto o desgarro, causado por la tracción entre el vítreo y la retina”, expone Ubiera.

Luego, una fracción licuada de esta gelatina se desplaza al espacio subretiniano, causando una pérdida de la presión negativa que mantiene la retina adherida.

Este proceso de tracción causa estimulación directa en el tejido fotosensible, conllevando a visión de relámpagos o fotopsias (uno de los síntomas del problema).

En un segundo evento se aprecia visión de puntos negros flotantes (el aumento o aparición repentina de estas “moscas volantes” es un signo de alerga) o miodesopsias.

Se trata de un efecto derivado de la sangre del desgarro mezclada con la gelatina licuada.

“Al desarrollarse el desprendimiento se aprecia una sombra en el campo visual que avanza hacia el centro conllevando a la pérdida total de la visión”, añade el médico.

Tratamiento Ante la aparición de síntomas como flotadores (puntos o manchas en la visión de una persona), destellos de luz o una sombra en el campo visual, debes acudir inmediatamente a tu oftalmólogo.

El abordaje médico empieza con una buena historia clínica.

En la consulta, el especialista examinará la agudeza visual y la reacción de las pupilas a la luz, pero también indagará acerca de cuándo empezaste a notar los síntomas y cómo comenzó el proceso.

“Todo esto tiene una importancia capital para poder determinar el pronóstico visual del paciente”, asegura Ubiera, especialista de Centro Láser.

“Un desprendimiento de retina se considera una cirugía de emergencia”, añade el oftalmólogo.

“Mientras más tiempo dura la retina desprendida, menores serán los resultados visuales”.

Los dos factores más importantes a determinar en la valoración oftalmológica son la extensión del desprendimiento y si está involucrada la parte central o macular de la retina (la mácula es la parte central de la retina, donde hay mayor concentración de células fotosensibles).

Ubiera dice que este examen debe ser realizado con dilatación de pupilas obligatoriamente y que hay que explorar la retina periférica.

En caso de no poder apreciarse el fondo ocular por opacidades (sangrado), habrá que practicar una sonografía ocular previo a la cirugía.

¿Se corrige? Siempre que no haya evolucionado hasta un caso avanzado de cicatrización, el desprendimiento de retina se puede corregir. De ahí la importancia de buscar ayuda a tiempo cuando aparezcan los síntomas.

Para poder obtener una recuperación con los niveles de agudeza visual previas al desprendimiento, la cirugía debe practicarse antes de las 24 horas, advierte Ubiera.

El arsenal de técnicas con que cuentan los cirujanos oftalmólogos para corregir este problema va desde la cauterización con ayuda de láser, el congelamiento del área alrededor de la lesión (técnica conocida como criopexia), el cerclaje escleral (colocación de un sello en la capa externa del ojo) y la vitrectomía (remoción del vítreo).

Afortunadamente, afirma Ubiera, en el país existe “toda la tecnología de punta que encontramos en los países desarrollados y los médicos especializados tienen un entrenamiento excelente”.

PREMATURIDAD Entre los diferentes riesgos que enfrentan los bebés prematuros, se encuentran los problemas de la vista. La retinopatía del prematuro, que aparece porque los ojos no están todavía bien desarrollados en el bebé que nace pretérmino, hace que los vasos de la retina se desarrollen de manera anormal. Como consecuencia, se generan procesos cicatriciales que desprenden la retina.

Diabetes Una diabetes no controlada puede provocar desgarros de la retina por tracción.

Molestia. La lectura en movimiento puede causarte vértigo, sobre todo si eres una persona muy sensible.

JUAN UBIERA, oftalmólogo.

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