El ron en la historia dominicana

Las empresas licoreras del país han hecho un aporte encomiable a la sociedad dominicana, dejando huellas en el camino. Hablar de Barceló es hablar de identidad cuando fueron realizados los anuncios que reflejaban la cotidianidad del dominicano en la mayoría de las provincias. Fue una locura que el pueblo dominicano gozó con ese trabajo de un equipo conformado por Nandy Rivas. Lo que está haciendo la Cervecería Nacional Dominicana, empresa que le pone sabor, colorido y música al carnaval dominicano y a otras manifestaciones culturales que son aportes a la dominicanidad y de seguro que otras firmas han hecho aportes que ahora no recuerdo, pero revisando mi biblioteca especializada en gastronomía me encuentro con el tomo 1 del libro “El ron en la historia dominicana”, del historiador José Chez Checo, el cual fue publicado en 1988, con motivo del Centenario de Brugal & Co. C. por A. La presentación de la obra estuvo a cargo de don George Arzeno Brugal, quien fungiera en ese entonces como presidente del Consejo de Directores de esa empresa licorera. Los capítulos abarcan la etimología de la palabra “ron”, una breve síntesis del proceso de elaboración del ron y del aguardiente, y a exponer el papel de estos en el área del Caribe, según reza en las palabras introductorias de Chez Checo. Incluye también el estudio de una serie de bebidas en la sociedad taína, que el autor ha llamado “antecedentes”, así como la presencia del aguardiente y el ron en los períodos colonial y republicano hasta finales del siglo XIX. Un dato muy interesante que encontré en una de sus páginas fue que “los métodos de fabricación de azúcar y ron, tan importantes para la economía de las islas, se conocieron hasta finales del siglo XIX como ‘sistema del padre Labat”, en su honor. Pues comienzo a informarle que mientras escribo esta línea es que me doy cuenta de que el tomo II se puso a circular en 2014, hace más de dos años y no me di cuenta. Fue leyendo los artículos de Mu-Kien Adriana Sang que se me encendió el bombillito, por lo que lo buscaré como aguja, porque este ejemplar que tengo debe tener su pareja.