El 26 Concurso de Arte Eduardo León Jimenes es una invitación a la interacción. Es, de hecho, el más interactivo de los últimos años. Desde el pasado 21 de octubre, instalaciones y piezas multimedia dominan el espacio de la sala de exposiciones temporales del Centro León. Dispuestas para ser disfrutadas sin rigor en el recorrido, las piezas piden al espectador que se acerque, entre, observe, toque, escuche, interprete y reflexione...

Hay pocos dibujos y pinturas y sí muchas instalaciones y video-performance. Un acontecimiento histórico, si se quiere, tomando en cuenta que desde 1972 y hasta el año 2000 solo “se consideraban como expresiones artísticas reconocibles y premiables la pintura, la escultura y el dibujo”. Fue en el 2000 cuando se ampliaron las categorías para incluir fotografía, grabado, cerámica, instalación o cualquier combinación de ellas y con la edición del 2004 comenzaron a aceptar obras bi y tridimensionales, instalaciones y videoartes. A partir de 2010, según la historia cronológica del concurso, se admiten todas las manifestaciones del arte contemporáneo sin distinción de género, incluyendo “modalidades que nunca habían participado, como el performance”.

¿Qué verá el público? El trabajo de 22 artistas visuales (18 individuales y dos colectivos) seleccionados de entre 171 artistas individuales y 11 colectivos. Una diversidad de técnicas en 23 piezas que 'hablan’ de pasiones, soledad, adicciones, mensajes subjetivos, fotografías conceptuales, abstracción, figuración, exploración con materiales, el cuerpo como elemento...