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Educación

Laboratorio de neurocognición por el conocimiento

Está en Unibe y busca realizar investigaciones con muestras dominicanas para contribuir a crear evidencias que informen sobre la toma de decisiones de políticas públicas educativas.

Proceso. Luego de haber recolectado los datos de participantes, cuya cantidad depende del diseño metodológico, se analizan, se escribe un manuscrito dando respuesta a la pregunta y se somete a publicación.

Proceso. Luego de haber recolectado los datos de participantes, cuya cantidad depende del diseño metodológico, se analizan, se escribe un manuscrito dando respuesta a la pregunta y se somete a publicación.

A las funciones neurocognitivas se les conoce por ser habilidades básicas de la mente humana que representan capacidades neurológicas medidas en el cerebro.

Es la importancia de este concepto lo que ha llevado a las autoridades de la Universidad Iberoamericana (Unibe) a crear su Laboratorio de Neurocognición a través del cual se realizan investigaciones empíricas sobre el procesamiento de la información en el cerebro humano. “Estudiamos los procesos cognitivos tanto de personas adultas como de niños, con un especial énfasis en el aprendizaje”, informa su directora, la doctora Laura Virginia Sánchez-Vincitore.

Sobre qué tipo de información se recoge en el referido laboratorio, y qué importancia tiene, la académica que cuenta con un Ph.d como investigadora docente, indica que los datos recogidos a través de las pruebas, ofrecen diversos resultados debido a que el laboratorio está equipado con un electroencefalograma (de 128 canales) que mide las fluctuaciones eléctricas del cerebro.

Explica la experta que, las neuronas se comunican entre sí a través de procesos químicos y eléctricos. “Cuando un grupo de neuronas se activa en conjunto, la concentración eléctrica es lo suficientemente fuerte como para ser detectada a través de electrodos que se colocan sobre la cabeza. Esta información eléctrica está relacionada a diferentes procesos cerebrales. Nosotros estudiamos los procesos, desde su manifestación fisiológica (en este caso, cambios en el potencial eléctrico)”, resalta Sánchez -Vincitore.

Es importante realizar este tipo de medición, manifiesta, ya que permite evaluar los procesos subyacentes a la conducta, que de otra forma no podrían medirse.

Actualmente trabajan en la evaluación de los cambios neurofisiológicos que se producen en personas adultas recién alfabetizadas luego de utilizar una aplicación para celulares inteligentes que les ayude a practicar las habilidades adquiridas durante la alfabetización. Este es un proyecto financiado por el Minsiterio de Educación Superior Ciencia y Tecnología, a través de Fondocyt.

Trabajo y resultados La académica que tiene un Ph.d como investigadora docente, explica que el laboratorio funciona a través de proyectos de investigación, diseñados y liderados por uno o dos investigadores principales y apoyados por asistentes de investigación. “Cuando tenemos una pregunta de investigación, se realiza una revisión bibliográfica sobre ésta y si la revisión aún no satisface la interrogante de investigación, se crea un experimento cuyos resultados intenten dar respuesta a la inquietud”, puntualiza.

Señala que se crea una aplicación al comité de ética para asegurar la protección a los participantes humanos, y al ser aprobada se reclutan participantes con los criterios de inclusión previamente decididos por los gestores.

((Puntos La capacidad de aprender prevalece Sánchez-Vincitore dice que hace muchos años se pensaba que las personas mayores perdían la capacidad de aprender, ya que la evidencia muestra una pérdida de plasticidad cerebral según pasa el tiempo. Sin embargo, hoy se sabe que la plasticidad cerebral, aunque mayor en la niñez, permanece para toda la vida. “Esto quiere decir que, nunca es tarde para adquirir nuevos conocimientos. En algunas etapas de la vida se dará más fácil que en otras, pero como digo, nunca es tarde. De hecho, estar en constante aprendizaje en una edad adulta podría preservar la reserva cognitiva, y prevenir (o retrasar) el deterioro mental”, sostiene la directora del laboratorio. Al responder la interrogante sobre si estas pruebas pueden ayudar a identificar la mejor manera de estimular el cerebro en el proceso de aprendizaje, la académica responde que sí, y explica que, el cerebro puede cambiar la forma en que recibe información. “Por ejemplo, las zonas que reciben estímulos visuales y auditivos en el cerebro de una persona que no ha sido alfabetizada es distinta a las de una persona alfabetizada”, enfatiza. La investigación neurofisiológica es importante para confirmar las teorías.

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