Coreanos aportan a la educación
El reverendo Pedro Choi y su esposa, la pastora Sharon Choi, llegaron al país en 1988 y se asentaron en Los Alcarrizos, municipio de la provincia Santo Domingo donde vivían unas 3,000 familias con el propósito de aplicar la experiencia de Corea en la educación y llevar el mensaje de la fe religiosa.
“Llegamos a un lugar (Los americanos) de suma pobreza, donde veíamos a niños y niñas vendiendo huevos con el sol ardiente y descalzos en calles sin asfaltar, y lo más triste es que no estaban en la escuela”, cuenta Sharon Choi, pastora y directora del colegio Domínico-Coreano.
Los misioneros no tardaron en fomentar espacios para la educación a través de iglesias, colegios y operativos médicos cada verano.
“Con el tiempo le llevamos nuestro proyecto al entonces presidente de la República, Joaquín Balaguer, y donó 7,000 metros cuadrados de solar y ahí levantamos un colegio y una iglesia, para cambiar las vidas futuras y la salvación del espíritu, respectivamente.
En 1991 inauguraron el colegio Domínico-Coreano, convirtiéndose en el primero de la zona: “Comenzamos hasta primero de básica, al año siguiente hasta séptimo grado, y así seguimos avanzando hasta la plataforma que tenemos hoy en día”, indica la directora.
De su lado, el reverendo destaca que la meta a largo plazo del centro es formar líderes para la comunidad y el país. “Instruimos estudiantes para que cultiven la fe, desarrollen su potencial y salgan adelante.
El modelo de enseñanza no se basa en la cantidad de alumnos, en ese sentido, cada salón tiene una matrícula reducida, porque nuestra filosofía es educar para que sean buenos ciudadanos”.
“Nuestro propósito no es sumar estudiantes para ganar dinero, si esos alumnos no cambian su corazón y se superan, pues nuestro esfuerzo no vale la pena”, considera la directora.
Excelencia académica Yamely Rosario, de 16 años, está en su último año y en el colegio desde quinto grado. Ha sido sobresaliente todo el bachillerato y espera culminar con iguales méritos.
“Estoy esforzándome mucho porque quiero estudiar medicina en una universidad privada, y sé que con mi esfuerzo y las gestiones del colegio, puedo lograrlo”, dice.
Algunos estudiantes sobresalientes han tenido oportunidades fuera del país. También, a los alumnos que mantienen altas calificaciones hasta culminar el bachillerato, el colegio les gestiona una beca para los estudios superiores.
OTROS ESTUDIANTES OPINAN Erickson Gomez, de 18 años, cursa el tercero de media, y se encuentra en el colegio desde primero de básica. Destaca que en el centro le ayudan con la enseñanza cristiana.
Se esfuerza para ser meritorio y desea estudiar teología.
Dorianny Almánzar, de 12 años cursa el séptimo grado, expresa que en el colegio ha aprendido sobre los valores que debe asumir el ciudadano y los derechos humanos.
