PANORAMA POLÍTICO
Dice Trump es peligro para los inmigrantes
Para la República Dominicana sería una catástrofe que ganara en las elecciones estadounidenses del venidero noviembre, el candidato republicano, Donald Trump, quien amenaza con mandar a sus países a 11 millones de inmigrantes que viven allí ilegalmente.
De esos 11 millones, millares son dominicanos, cuya presencia en numerosos estados de esa unión ha permitido un respiro a la RD, imposibilitada de acogerlos de vuelta, conseguirles trabajo y atender a sus hijos. En la misma situación se encuentra el resto del mundo hispano.
Quienes en los Estados Unidos están atemorizados por la retórica antiinmigrante de Trump, que no paró mientes a mitad de la semana pasada cuando se reunió en Ciudad de México con el presidente de ese país, Enrique Peña Nieto, tendrían que ver a Hillary Clinton como opción.
La deportación de los inmigrantes no complace totalmente la obra de Trump, sino que también propone echar del país a los inmigrantes presos que cumplen condenas por asesinatos, violaciones, tráfico de drogas y otros delitos, entre los cuales hay muchos dominicanos.
Trump choca con lo que dicen las encuestas de que la mayoría abrumadora de los hispanos, sobre el 70% repudian su candidatura y sus programas. La mayoría parece apoyar a Hillary Clinton aunque algunos a regañadientes por las denuncias de corrupción en su contra.
The Wall Street Journal, un periódico especializado en los asuntos económicos pero que suele atender muy bien los asuntos políticos, dijo el pasado viernes que los inmigrantes que trabajan en los Estados Unidos en construcción, agricultura y restaurantes, son necesarios.
La gente no se imagina lo que ocurriría en ciudades como Nueva York, Washington, D. C., San Francisco de California, Houston y Miami, si de repente fueran deportados los inmigrantes a cuyo cargo está la recogida de los platos en restaurantes, la jardinería, la albañilería y carpintería.
Algunos supuestos alarmistas de Trump respecto a los inmigrantes han sido derribados por la prensa. The New York Times escribió la semana pasada que el nuevo boom de las prisiones norteamericanas está ocurriendo en las zonas de mayoría blanca, rural y conservadora.
Dijo que en un pequeño condado del estado Indiana hay más reos que en las cárceles de San Francisco y Carolina del Norte juntas, donde abunda la población hispano parlante y afroamericana. Los afroamericanos están dando a Trump entre 1% y 5% de apoyo electoral.
Trump Vs. Peña Nieto El magnate y candidato republicano pareció a mitad de la semana pasada que jugaría una trastada al presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien lo había invitado, al igual que a la candidata demócrata Clinton a visitar ese país para escuchar sus propuestas.
Peña Nieto, en un traspiés que no se comprende ni en su país ni en el exterior, recibió la noticia el miércoles de que Trump había aceptado la invitación protocolar “sine die” e iba en camino a Ciudad de México, lo que puso en apuros y corre corre a la diplomacia del país azteca.
En una conferencia de prensa en la casa de Los Pinos, la residencia oficial de los presidentes, Trump dijo su verdad y Peña Nieto la suya, una contradicción fundamental sobre la construcción de un muro en la frontera del sur para impedir el tráfico de personas.
Para los mexicanos, que habían sido insultados por Trump como criminales, violadores y traficantes de droga, el desatino del presidente Peña Nieto y la imposición sobre el muro, recordó que en las clases se de historia se habla de la tierra que arrebató Estados Unidos a su país.
El miércoles fue un día de juicio para los medios de comunicación, que titularon en la tarde que Trump había suavizado su postura frente a México y en la noche recogieron su muy publicitada conferencia en Phonenix, Arizona, donde reafirmó su plan contra los inmigrantes.
En un escrito que leyó en teleprónter ante un auditorio de mayoría blanca, el candidato presidencial republicano habló de deportar mexicanos, confiscar las remesas, negar la ciudadanía a los niños hijos de inmigrantes y las visas hasta a los diplomáticos.
Trump reafirmó lo dicho desde el primer día en que se refirió a México, al comienzo de la campaña entre los aspirantes republicanos, que el país azteca tendría que pagar por el muro que propone. Esa sugerencia la rechazó de plano Peña Nieto en una conferencia después del discurso.
El resultado de la recia postura de Trump frente a los hispanos fue el abandono de varios asesores en la materia como Jacob Monty, del Consejo Asesor Hispano; Ramiro Peña, pastor de Texas del mismo Consejo y Alberto Delgado, pastor de la Florida.
El sábado por la mañana el candidato visitó el Ministerio Internacional de la Gran Fe, donde cortejó a los afroamericanos diciendo que eran uno de los grandes regalos de Dios. Afuera del templo, en Detroit ciudad, de mayoría negra, había un piquete en su contra.
Se conoció que los antiguos secretarios de Estado bajo los presidentes Nixon y Reagan, George Shultz y Henry Kissinger, dieron una declaración tomando distancia de la campaña de Trump y privilegiando que demócratas y republicanos se pongan de acuerdo en temas nacionales.
Un voto avalancha Tan difícil es la situación del candidato Trump que en el Comité Nacional Republicano existe la creencia de que la candidata demócrata, aunque vapuleada por el tema de los e-mails durante su desempeño como secretaria de Estado, podría ganar por una avalancha.
Esa situación se basa en las apreciaciones de que la candidata, esposa del presidente Bill Clinton, cuenta con el apoyo del 90% de los afroamericanos, el 70% de los hispanos y una buena proporción, superior a la de Trump, de blancos educados y las mujeres, que la prefieren sin dudar.
La recaudación de la candidata republicana fue brutal durante el mes de agosto, con 143 millones, de los cuales 62 millones los consiguió ella y 81 millones del Comité Nacional Demócrata, y otras instancias del partido. Superó con creces lo alcanzado por la campaña de Trump.
Si la semana pasada fue “tabla” como dicen los galleros, porque ambos candidatos tuvieron sus reveses, la que comienza hoy podría inclinar la balanza a favor de la candidata demócrata que recibirá el galardón anual de la Asociación para el Avance de la Gente de Color, NAACP, en inglés, con la presencia y el esperado discurso del presidente Obama.
Obama, a su regreso de China donde asistió a la reunión de los países de Asia y el Pacífico, saborea el informe de que los norteamericanos en alrededor del 56% lo respaldan en el tramo final de sus 8 años, un caso rara vez visto en la historia del país.