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Feminicidio múltiple

La víctima se había casado “por negocio”

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Ramón Cruz BenzánSanto Domingo

Antes de cometer el crimen, Santos Delgado del Carmen encerró bajo llave a su esposa, a una de sus hijas, a su suegra y a una vecina, para presuntamente impedir que su compañera viajara hacia Guadalupe, mientras que a dos de sus hijos varones los mandó al colmado.

Aunque Delgado del Carmen sabía que su concubina había contraído matrimonio “por negocio” en la referida isla a principios de año, éste había manifestado desacuerdo, ya que pensaba que dentro del proyecto de su esposa Roberta Angomás Cepeda, también estaba llevarse a su hija Yinauri Delgado Cepeda a Guadalupe, y luego a sus demás hijos.

En el entorno de la casa posterior a la número 14 de la calle Ercilia Pepín, del sector Villa Esfuerzo del municipio de Santo Domingo Este, donde era velado además el cadáver de Agripina Cepeda, madre de Roberta, los comentarios sobre la causa de la masacre eran diversos.

Empero la versión que más abunda era que el victimario sospechaba que su compañera sentimental había iniciado una relación amorosa en Guadalupe, donde viajaría el pasado sábado.

Richard Angomás, hermano de Roberta, dijo que su cuñado estaba consciente de lo que haría, porque antes de convertirse en el verdugo de sus cuatro víctimas envió a sus dos hijos más pequeños de 13 y 10 años de edad a comprar alimentos a un colmado de la zona, momento en que aprovechó para cometer el múltiple crimen.

Narró que su hermana Roberta tenía cuatro años que venía viajando constantemente desde Guadalupe y que desconocía de dónde Delgado del Carmen obtuvo el arma de fuego para cometer la masacre.

Negó la versión ofrecida por Delgado del Carmen, quien declaró a los medios que el incidente se produjo mientras intentaba defenderse de un hombre que penetró a la residencia y lo atacó con un cuchillo.

Richard sostuvo que su cuñado no tenía antecedentes penales y que nunca había caído preso por lo que se sorprende por el hecho que cometió a tal punto de les pusiera candado a las puertas previo asesinarlas.

Delgado del Carmen, quien primero residía en el sector de Capotillo, tenía un pequeño colmado en el sector, pero luego lo vendió, dedicándose a la ruta del concho desde el Moscoso Puello a Megacentro, pero que su mujer le pidió que lo dejara que ella le enviaría dinero para mantenerlo.

VELAN CUERPOS Mientras que en medio de llanto, desesperación y angustia, los familiares de las mujeres asesinas, velaban sus retos.

Desconsolación, llanto e indignación se apoderaron de los familiares y de los residentes del barrio cuando llegaron tres ambulancias fúnebres con los tres cadáveres.

Mientras que la cuarta víctima Ana Luisa Ventura, vecina cercana a la familia, está siendo velada en San Francisco de Macorís de donde es oriunda.

Entre llantos los familiares, piden que se haga justicia y que se le aplique todo el peso de la ley contra Delgado del Carmen, responsable del hecho.

Los lugareños manifestaron que cuando escucharon el estruendo de los disparos saltaron de sus camas despavoridos a ver lo que ocurría.

Sostienen que la rapidez con que pasó el hecho sólo les permitió retener al autor de la masacre hasta que llegaran las autoridades, quienes trasladaron a dos de las mujeres al Hospital Doctor Darío Contreras, donde posteriormente fallecieron. Mientras que en medio de llanto, desesperación y angustia, los familiares de las mujeres asesinas, velaban sus retos.

Desconsolación, llanto e indignación se apoderaron de los familiares y de los residentes del barrio cuando llegaron tres ambulancias fúnebres con los tres cadáveres.

Mientras que la cuarta víctima Ana Luisa Ventura, vecina cercana a la familia, está siendo velada en San Francisco de Macorís de donde es oriunda.

Entre llantos los familiares, piden que se haga justicia y que se le aplique todo el peso de la ley contra Delgado del Carmen, responsable del hecho.

Los lugareños manifestaron que cuando escucharon el estruendo de los disparos saltaron de sus camas despavoridos a ver lo que ocurría.

Sostienen que la rapidez con que pasó el hecho sólo les permitió retener al autor de la masacre hasta que llegaran las autoridades, quienes trasladaron a dos de las mujeres al Hospital Doctor Darío Contreras, donde posteriormente fallecieron.

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