INVESTIGACIÓN
Investigadores excavan en predios tras pistas de Carla
PARTICIPARON LA FISCAL, FORENSES Y OFICIALES DE LA DICRIM
Cautelosos, cargando una ristra de herramientas, entre estos picos y palas, una docena de investigadores acordonaron ayer, a pleno despunte del amanecer, un vasto espacio cercano a la vivienda familiar de la pequeña Carlas Massiel, desaparecida, donde excavaron varios puntos después de restringir el área a periodistas de Listín Diario y al público.
Pocos antes, a las 8:30 de la mañana, la fiscal de Santo Domingo, Olga Diná Llaverías, habló con Diolandita Cabrera y Perla Massiel, la madre y hermana de la pequeña Carla, en su vivienda.
Llaverías llegó al área acompañada de agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) y el Instituto Nacional de Ciencia Forense (Inacif), para ejecutar un descenso en el entorno donde fue encontrada la osamenta que se cree pertenece a la pequeña desaparecida.
La niña Carla Massiel Cabrera, de 10 años de edad, desapareció el 25 de junio de 2015. Residía en la localidad Los García, de la Guayiga, en Pedro Brand, junto a su madre, Diolandita Cabrera, y su padrastro, Manuel Reyes.
Están imputados por este caso, mientras cumplen prisión preventiva en la cárcel La Victoria, Dawin José Infante Trinidad y Juan Cabral Martínez (Chuti).
A un año y 56 días hoy desde la desaparición de Carla, las autoridades no han podido esclarecer el caso ni arrojado señales de si estaría próximo a desentrañar el enigma bajo el que está envuelto.
La noticia desencadenó una ola de pronunciamientos por su pronta solución, mientras se agitó la preocupación por la inseguridad a que están expuestas los ciudadanos.
Reporteros de Listín Diario se adelantaron bien temprano a las autoridades, pero fueron impedidos de presenciar las labores de excavación, bajo el alegato de que “esta es una escena del crimen”.
Inicio de la operación El equipo llegó preparado a colectar evidencias tal como procede en una escena de crimen. Primero, resguardaron el lugar, establecieron un perímetro y solo admitió ingreso del personal forense, investigadores criminales y la fiscalía.
Tenían determinada el área y le dieron protección.
El equipo estaba constituido por unas 1 2personas, entre la fiscal, oficiales de asuntos criminales y peritos técnicos.
Con manos enguantadas y varios portadores de pruebas, penetraron un área boscosa e iniciaron un cuidadoso rastreo entre el verdor de una variedad de árboles frondosos y cocoteros.
Sus ojos se fijaban en cada detalle y buscaban de un lado a otro, como siguiendo una dirección marcada. Debido al cierre a revelar detalles establecido en torno a este caso, para evitar filtro de información, se desconoce que encontraron ayer allí los encargados de esta operación.
En estos casos, como parte de una búsqueda minuciosa de pruebas, una vez son halladas se numeran, se toman fotografías y se ponen en un registro.
La escena de la investigación practicada ayer fue en campo abierto, lo que llevó a las autoridades a adoptar la restricción de ingreso de periodistas y de público.
A partir del miércoles pasado, cuando Listín Diario reveló la versión de inteligencia de que a la niña Carla la mataron y le extrajeron sus órganos, la investigación del caso ha tomado un nuevo brío y empiezan a surgir detalles que podrían llevar a desentrañar el misterio de que esta rodeado.
Datos de vecinos Según vecinos, el terreno de la vivienda donde se efectuó la operación fue habitado, anteriormente, por un presunto delincuente conocido como “El Flaco”, quien fue abatido en noviembre del año anterior durante un enfrentamiento con la Policía y varios hombres que habrían robado un vehículo, en San Pedro de Macorís, con un niño dentro.
Según reportes de esa fecha divulgadas vía Twitter por el vocero policial de entonces, el automóvil pertenecía a un sargento de la institución, cuyo hijo de 4 años de edad salió ileso.
Manuel Reyes, padrastro de Carla, aseguró que la vivienda bajo indagación está próxima a la del imputado Dawin José Trinidad Infante, el mismo que está acusado de la desaparición de la menor y quien reveló hace días que el caso sí tiene vinculación con el tráfico de órganos humanos.
“Yo lo que quiero decir es que esas instituciones que están investigando a ver si el caso fue de órganos, yo estoy seguro, un 100 por ciento, de que fue así; lo que pasa es que ellos lo van a tratar de descartar porque hay millones y millones en riesgo”, sostuvo Trinidad Infante.
UN DATO Trinidad Infante habría pedido medio millón de pesos para decir el paradero de la niña, según afirmó Manuel Reyes, padrastro de Carla.
(+) EL TESTIMONIO CLAVE DE UNA MENOR
Según el expediente del ministerio público referente a este caso, una menor de 8 años de edad manifestó ante la Unidad de Atención Integral a Víctimas de Violencia de Género Intrafamiliar y Delitos Sexuales de la provincia Santo Domingo que vio a Carla Massiel con una mano agarrada, sangre en la nariz y la frente, corriendo de un hombre que ella identificaba como grande y flaco, con dos estrellas en los brazos.
Posteriormente, la menor identificó a Juan Cabral Martínez como la persona que perseguía a Cabrera.
El otro testigo reveló que el mismo día de la desaparición de la niña pudo ver a dos personas que montaron a la niña en una motocicleta.
Tras serle mostradas fotografías de los imputados pudo identificar a Dawin José Trinidad Infante como la persona que tenía la pistola en mano, agarró a la menor y la subió a la moto.