La gran alianza Danilo-Leonel

La proclamación hoy del presidente Medina en su marcha hacia la reelección, despeja las incógnitas que amigos y enemigos del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, tenían respecto a si el gobernante recibiría el apoyo presente del ex presidente Leonel Fernández.

Fernández no tenía otra alternativa que acudir a la proclamación de su compañero de partido a sabiendas de que un último período del gobernante según la Constitución, le permite a él tomar las riendas del partido como presidente que es y proyectarse para las elecciones del 2020.

Medina, quien dio “gabela” a su decir al empresario opositor Luis Abinader, tiene un camino corto para hacer su campaña y conseguir la reelección, pero es proclamado cuando las encuestas le asignan una posición cómoda frente al contrincante del Partido Revolucionario Moderno, PRM.

Con el indiscutible apoyo de su régimen, las obras que ha llevado a cabo durante más de tres años, las visitas sorpresas que le han dado un toque de distinción a su gestión y la presunción del público de que él será elegido el 15 de mayo venidero, según las encuestas, Medina tiene ventaja.

La comodidad como lo sitúan las encuestas frente al empresario Abinader y muy lejos del otro político bien valorado, Guillermo Moreno, daría al presidente tranquilidad pero, recientemente reclamó a sus partidarios no dormirse en los laureles y trabajar duro hasta el último día.

Su campaña electoral de tres meses y medio no está exenta de obstáculos. Su adversario Abinader hace tiempo que planteó el tema de la corrupción que se atribuye a los tres gobiernos de su partido y al suyo, algo que ha salido a relucir en las encuestas como importante.

Medina será proclamado por el PLD y un conglomerado de partidos, algunos de los cuales tienen presencia menor en el régimen y otros nuevos, ya desprendimientos del Partido Reformista Social Cristiano, PRSC, aliado al Partido Revolucionario Dominicano, PRD, o adherentes de nuevo cuño.

El imán del régimen que tiene consigo las llaves del presupuesto, le ha atraído al presidente Medina en las últimas semanas numerosas figuras de la economía, la política y la intelectualidad, alentadas por la impresión que dicen las encuestas de que él ganará las elecciones.

Leonel recuperado La presencia del doctor Fernández en la proclamación de Medina, anticipada por el secretario general del PLD, Reinaldo Pared Pérez, cuando se mantenían los rumores de que no estaría, envía un mensaje de reconciliación y pavimenta el camino para su eventual vuelta en el 2020.

Fernández tiene ahora 63 años, lo que dice que si se presentara en los comicios del 2020 tendría 67, edad indisputable, menor que la de Hillary Clinton, 71, aspirante a la postulación del Partido Demócrata, en Estados Unidos y de Bernie Sanders, 74, su contrincante.

A Fernández le beneficia la longevidad de su familia por el lado materno y que no ha dado espacio en su vida al tabaco, al alcohol y a la molicie, culpables de que los consultorios cardiológicos estén llenos de clientes, una sangría económica y de minusvalidez nacional.

En el PLD no hay más adelante quien dispute la candidatura presidencial de Fernández para el 2020. La mayoría de los que presentaron aspiración antes del acuerdo que permitió la reelección fueron sus funcionarios y no tienen la relevancia que se requerirá de aquí a cuatro años.

Fernández ha vencido a los que reclamaban que se le llevara a la justicia por hechos de corrupción cometidos durante sus gobiernos.

Las marchas, las cadenas humanas y los juicios populares no lograron aniquilar su ánimo, aunque amigos íntimos dicen que hubo sufrimiento.

Su caso fue extraño en la política porque muchos de sus amigos se mantuvieron firmes, lo acompañaron en la Fundación Global, donde está su oficina, que no fue vencida por las escaramuzas. Esa tenacidad le ofrece al ex gobernante una cierta vacunación contra adversidades futuras.

Fernández estaba asediado aquí en el país el año pasado pero su agenda internacional no se interrumpió.

Hace días pronunció en La Habana, Cuba una disertación y fue invitado junto al ex presidente Mujica, de Uruguay, a acompañar a Raúl Castro en la celebración del 163 aniversario del nacimiento de José Martí.

(+) EL RETO DE ABINADER El reto de Abinader no parece pesado para el presidente reeleccionista, sobre todo por la sensación nacional de que el candidato del PRM no es su dirigente y porque no es tan conocido a nivel nacional. Medina confesó que era un desconocido en los primeros meses de su régimen cuando visitó una aldea en la región oriental.

Abinader arrancó con su nuevo partido dividido, lo que de alguna manera tiene consecuencias puesto que las fuerzas que continúan al frente del viejo PRD están ahora con la reelección y requieren de vida o muerte que se dé su apuesta pararecuperar la organización. Su proclamación hoy en Santiago pudo ser un error al rivalizar con el empuje mediático de Medina.

El candidato del PRM no tiene dinero para impulsar su campaña. No le tocó nada de los RD$1,600 millones repartidos por la Junta Central Electoral, JCE, a los partidos reconocidos. Los empresarios no le dan quizás porque no quieren en el Palacio Nacional a un competidor de negocios.

Que las encuestas independientes lo coloquen muy distante del presidente Medina a solamente tres meses y medio de la contienda, con la Semana Santa perdida para la campaña, al joven político le cuesta apurar el paso, dar golpes de efecto y probar que puede ser un presidente mejor, sin que lo acompañe la experiencia.

El rechazo de muchos dominicanos al régimen actual y al de Fernández, patentizado en las encuestas que señalan que no se percibe bien el futuro, le da cancha a Abinader, aunque alguna desconfianza en el interior de su partido, es un trastorno difícil de sobrellevar.

Los medios estuvieron muy al tanto hace días de la visita que hizo el ex presidente Mejía a la Nueva Barquita, un proyecto modelo que edifica el gobierno para reemplazar el arrabal a orillas del río Ozama y donde el ex gobernante resaltó “la trascendencia desde el punto de vista humano”.