Vehículos apagados circulan sin control

Son las 8:00 de la noche y dos policías se desplazan por la avenida Doctor Delgado de la capital, en sus respectivas motocicletas, uno al lado del otro conversando relajadamente.

Doblan a la izquierda por la avenida México y continúan conversando mientras guían sus motocicletas, las cuales apenas se divisan en medio de la oscuridad, pues no llevan luces.

Más adelante, en la avenida México, viene una guagua con un solo farol delantero encendido, y para los conductores que lo observan de frente, da la sensación de que se trata de una motocicleta con la luz alta puesta.

Y es que conducir después de las 7:00 de la noche por las calles del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo constituye un acto de valentía, debido al considerable número de vehículos que circulan a oscuras o con una sola luz.

Guaguas del transporte público de pasajeros, así como carros de concho, taxis, motocicletas, yipetas, automóviles privados, camionetas, camiones y hasta furgones, transitan en medio de la oscuridad con la misma libertad que lo hacen aquellos que cumplen las reglas de tránsito.

Sólo hay que sentarse en cualquier balcón o esquina de la ciudad desde que se inicia la noche, para ver pasar en pocos minutos a cientos de vehículos apagados y en rápida marcha.

Esta situación se repite en cada esquina de la ciudad a diario, sin que las autoridades competentes se interesen y obliguen a los dueños de esos vehículos a circular en orden.

Por estas razones no es extraño ver a las 10:00 de la noche una patana desplazarse sin luces laterales, frontales ni traseras, por la avenida John F. Kennedy a gran velocidad o por cualquier otra de gran circulación, por donde tienen permitido circular.

Ya se ha hecho una costumbre ver circular en caravana una cantidad considerable guaguas voladoras, motocicletas, camionetas y otros a oscuras o con una tímida luminaria en la parte delantera o trasera por las avenidas Máximo Gómez, Independencia, Charles de Gaulle, 27 de Febrero, Hermanas Mirabal y Autopista 30 de Mayo, así como por calles interiores de los barrios.

COARTADAS

Reporteros de LISTÍN DIARIO preguntaron a varios choferes que viajaban sin luz, pasadas las 8:00 de la noche en distintos días y vías de esta ciudad, pero cada uno dio razones diversas que parecieron hasta cómicas.

Ramón Rosario, quien transitaba en un carro privado por la avenida Máximo Gómez, al ser advertido que de las cuatro luces de su vehículo, sólo le funcionaba la derecha delantera, dijo que no se había dado cuenta, pero que “mañana mismo lo voy a resolver”.

Mientras que, Paulino Díaz, quien iba frente al volante de un camión por la carretera Manoguayabo, cerca de las 10:00 de la noche, cuando se le dijo “pana, le falta un ojo a su vehículo”, respondió de forma cómica, que se lo regalara.

Asimismo, Francisco Martínez conducía una guagua “voladora” sin luces traseras a eso de las 7:00 de la noche por la prolongación 27 de Febrero, y al ser advertido de que esa situación era peligrosa, manifestó: “Eso no es nada, las calles están claras”.

La AMET

La Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) advirtió a los conductores que transitan en horas nocturnas con los faroles de sus vehículos deteriorados y que sean sorprendidos por sus agentes, que serán sancionados de acuerdo a la Ley 241 sobre Tránsito Terrestre.

El vocero de la institución, Diego Pesqueira, manifestó que el sólo hecho de conducir un vehículo con una de sus luces apagadas, representa un peligro para ellos y otros conductores y peatones, situación que es aún mayor cuando faltan las cuatro luminarias.

“Nosotros estamos exhortando a los conductores a que chequeen sus vehículos y den los mantenimientos adecuados, ya que próximamente iniciarán operativos nocturnos y no transigiremos con nadie”, aseguró el portavoz de Amet.

Sin embargo, la práctica de salir a las calles en un vehículo de cualquier tamaño, aunque todas sus luces estén apagadas, no solo afecta el transporte nocturno del Gran Santo Domingo, pues a nivel nacional la situación es preocupante.

Esta realidad se percibe cuando la noche cae en las provincias San Cristóbal, Azua, Peravia, Barahona, San Pedro de Macorís, Santiago, La Vega, San Francisco y el resto de las demarcaciones del país.

APAGADAS

Otra situación que también llama a preocupación es que la mayoría de motociclistas que ofrecen servicios de moconcho en la capital y provincias, han tomado como moda quitarles los faroles a sus vehículos y sustituirlos por una diminuta bombilla que apenas se percibe en la oscuridad.

A esto se suma que transitan a alta velocidad, violando las luces de los semáforos y direcciones de las vías, lo cual ocasiona que sean los motociclistas quienes se involucran en el mauor número de accidentes en el país.

Las estadisticas de la Autoridad Mastropolitana de Transporte revelan que entre enero del presente año y junio han fallecido 974 personas, pero los casos mayores los ocupan los motociclistas, con un total de 641 fallecidos.

(+) MOTOCICLISTAS CAUSAN MAYORÍA DE ACCIDENTES

Los motociclistas andan “como chivos sin ley”, trepando entre los vehículos que transitan por los diferentes corredores del Gran Santo Domingo.

Cada día parecen sumarse más motociclistas a la modalidad de andar sin luces en horas de la noche, lo que pone en riesgo las vidas de peatones, conductores y de ellos mismos.

Estadisticas

Las estadisticas de Amet revelan que aparte de las motocicletas, en los accidentes de tránsito están involuctarados automóviles, guaguas, camiones, yipetas, bicicletas, camionetas, patanas, y la principal causa es por error humano. Las estadisticas de Amet indican que entre enero y junio 5,863 personas han sufrido lesiones de consideración en accidentes de tránsito, pero que de ese total 3,718 fueron causados por motocicletas.

Los expertos aseguran que las principales causas de accidentes de tránsito en República Dominicana ocurren por la negligencia, en vista de que las leyes no se respetan.

Se recuerda que en el año 2013, República Dominicana fue el segundo país de los 182 pertenecientes a las Naciones Unidas, con más muertes de tránsito por cada 100 mil habitantes.