El Parque Mirador Sur y la acera de la vergüenza

Cuando caminas por la Avenida de la Salud, el Parque Mirador Sur puede mirarse desde dos ópticas. En la acera norte, junto a la franja principal del parque, una naturaleza deslumbrante luce salpicada por algunos desechos que lanzan aquellas personas que, en el siglo 21, no saben aún para lo que se usa un zafacón. Pero en esta franja principal del parque la basura no es un problema grave, si quiere mantener esa impresión, no cruce la calle.

En la acera sur de la Avenida de la Salud, situada junto a una zona verde que también pertenece al parque Mirador Sur, el paisaje cambia. El mar al fondo, los framboyanes, los pájaros y mariposas que vuelan en el lugar pierden protagonismo ante una presencia constante, molesta y deprimente: decenas y decenas de envases plásticos, fundas, botellas, o recipientes para transportar comida asoman en cuanto el viandante pisa lo que cabe llamar “la acera de la vergüenza”.

Un cúmulo de basura es el escenario que observan cada mañana los visitantes del Parque Mirador Sur. Quienes caminan por el lado sur de la avenida de la salud quedan sorprendidos con el montón de desperdicios que son arrojados por los visitantes, y por personal que labora allí, como el de vigilancia, y que nadie recoge.

Resulta contradictorio que la parte norte es totalmente lo contrario; lucen bastante limpias y muy cuidadas las áreas del gimnasio al aire libre, la zona de Las Canquiñas y la misma avenida donde los ciclistas y las personas de a pie se ejercitan.

Todo esto, se ve contrastado por el cúmulo de basura en el lado sur, repleto de botellas plásticas, páginas de papel periódico, envases de comida enlatada, etc. Hasta ese lado, al parecer, no llega la labor de las brigadas de limpieza del Ayuntamiento del Distrito Nacional.

EL MISTERIO DE LOS TANQUES DONADOS

Durante la primera semana de agosto, el cúmulo de basura contrastaba con una paradoja: colocados uno junto a otro alrededor de 50 tanques, donados por la iglesia “Monte de Dios”, permanecían vacíos a escasos metros de los desperdicios regados por el suelo.

Los tanques fueron colocados por la Iglesia Monte de Dios el sábado 8 de agosto durante su caminata “Paz por la unión familiar”, y en su exterior dicen que fueron “donados”.

Sin embargo, Gerald, encargado del parque las canquiñas, quien solo nos ofreció su nombre de pila, aseguró a este medio, que ellos no habían hecho la distribución de los tanques para que las personas los utilizaran porque la iglesia no les había hecho la entrega formal.

“Solo nos lo han comentado. Hasta el momento no se ha emitido por parte de la Iglesia ningún comunicado, por tanto nosotros no lo podemos usar,” comentó el encargado.

Al preguntarle el porqué la brigada de limpieza no penetra en la parte de la acera sur de la Avenida de la Salud, pese a que también pertenece al parque, Gerald explicó que desconoce el manejo que den los encargados de la limpieza, ya que su responsabilidad es coordinar el área de gimnasio de ese y otros parques.

Al día siguiente de tener lugar este reportaje, los tanque fueron removidos del lugar, pero ninguno fue colocado en la zona donde se acumula la basura. De hecho, durante un recorrido por la franja central del parque, tampoco fue posible localizar la ubicación de los tanques que están pintados de negro y tiene escrito con pintura blanca el nombre de la iglesia que los donó.

PARAISO EN LA CAPITAL

El Parque Mirador Sur es una porción del paraíso en la tierra. Kilómetros completos de una flora muy verde verde, que se llena de destellos multicolores con las aves y mariposas que allí viven, mientras, cientos de personas, desde las cuatro de la madrugada, aprovechan el aire fresco que se respira en el lugar para hacer sus rutinas de ejercicio.

Una patrulla de la Policía Nacional recorre las calles de arriba para abajo, agentes enviados por el Ayuntamiento del Distrito Nacional, caminan en pares por entre los caminantes, lo que permite a los visitantes sentirse seguros.

Tanto la seguridad como la belleza ecológica del lugar hacen que el Parque Mirador Sur sea visitado por cientos de personas cada día, pero para no arruinar la buena impresión, es mejor no cambiar de acera.