EL GABINETE DEL CINE
Economía y cinematografía
Hace unas semanas el economista Andrés Dauhajre hijo escribió un artículo títulado “La risa más cara del mundo”. En este alude a que las películas de corte humorístico que se realizan en el país tienen un costo demasiado elevado en comparación con el aporte cultural que dejan en la sociedad. Y en eso tiene razón.
La mayoría de las típicas comedias dominicanas llevadas a la pantalla son casi siempre de lo peor en cuestión de calidad cada año. En lo que entiendo que se equivoca es en el hecho de que, como pasa en la generalidad de la audiencia, es en pensar que lo que aquí se produce más es comedia. Y no es así. Esa es una percepción y para muestra, de las más de una veintena de películas de factura local que llegaron a las salas, solo cinco son la “típica comedia dominicana”. Las otras son dramas, muchos de los cuales tienen menos calidad que las comedias, pero otros han vencido por la calidad en festivales internacionales y han mostrado el talento de sus creadores. Y esto es otro de los puntos que toca Dauhajre, cuando dice que se previó que la Ley de Cine “iba a generar producciones de calidad, capaz de competir en los escenarios donde se premia la mejor cinematografía global”.
Eso se está haciendo, paso a paso en una filmografía que en los aspectos técnicos ha avanzado mucho en los últimos siete años, pero que aún adolece en otras áreas. Sin embargo, es mejor hacer unas cuantas comedias y algunas producciones de gente que quiere hacer arte y tiene intenciones de dejar una obra trascendente, que sen vez que detenga la filmografía.
Y sí, compartimos su opinión de que el humor es el género que menos apoyo estatal requiere. Si hace como él sugiere hacer un presupuesto que limite a RD$250 millones al año, ¿de qué manera se puede asegurar que todo lo que se haga tenga calidad?