Lilly Goodman en una noche de alabanzas

Hay una frase que dice que el agua que cae del cielo es una bendición. Esto quedó materializado la noche del sábado, cuando la lluvia no fue un obstáculo para que las personas se dieran cita en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito, donde disfrutaron de las canciones de la cantautora dominicana de música cristiana Lilly Goodman.

El concierto inició cuando las agujas del reloj marcaban las nueve de la noche, con un popurrí de temas tradicionales. Luego la artista, acompañada de la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo, dirigida por el maestro Amaury Sánchez, entró al escenario, invitando a los presentes a abrir su corazón y cantarle al Señor. “El Dios que me ve”, fue la canción que dio apertura a este emotivo concierto que contó con el apoyo del público.

“¿Ustedes tienen frío? Porque yo sí, así que vamos a sacudirnos”, con estas palabras todo el público quedó de pies, y cantaron a una voz “Yo sin ti soy tan incierto, como la luna pero sin el firmamentoÖ”.

Sus meses de embarazo no fue una excusa para mantenerse activa en el escenario, motivando a los presentes a levantar sus manos y adorar a Dios.

Por un instante quedó todo en silencio, fue ahí cuando se escuchó una voz desde el público que puso a todos a aplaudir, “Gloria”. Justo varios segundos después los instrumentos sonaron y a una sola voz, en conjunto con la de Lilly y el público, corearon “Cúbreme, abrázame, escóndeme bajos tus alas oh Señor”.

A pesar de que los presentes siempre mostraron gran entusiasmo con cada interpretación, cuando los cerca de 60 músicos que estaban en el escenario comenzaron a tocar la canción “Al final”, la noche tomó su mayor fuerza, expresiones de fe se hicieron dueñas de la sala principal del Teatro Nacional la noche del sábado.