¡Sorpresa: avanzamos!
“Nana”
“Nana”, insistimos, una sorpresa, pero no solamente porque sea una buena película, un muy buen documental, sino por lo que envuelve ese preciso detalle: “Nana” es un documental.

Filme. “Nana” evidencia ante nuestros ojos, con certera puntería fotográfica, el cariño que esas mujeres transfieren de sus hijos e hijas.
“Nana”, sí, “Nana”, una palabrita, un nombre cualquiera, pero con una gran significación. “Nana”, insistimos, una sorpresa, pero no solamente porque sea una buena película, un muy buen documental, sino por lo que envuelve ese preciso detalle: “Nana” es un documental.
Y, por si acaso ustedes, lectores veteranos de esta columna o estupefactos debutantes; lo que sucede es que, en un país donde prácticamente casi todo aquel que toma una cámara del tipo que sea, llama a dos amigos y dice: “Vamos a hacer una película”, y, más aún, casi todos aquellos que también toman una cámara pero que, además, cuentan con un formidable equipo humano o un elenco impresionante de intérpretes, casi todos ellos lo hacen pensando en que van a invertir 100 y se van a forrar ganando 100,000.
Y el reverso de la moneda es, precisamente, ese o esa o esos seres extraños que toman una cámara y dicen: “Vamos a hacer un documental”.
Suscríbete Gratis
Por favor, regístrate ahora para seguir leyendo