Financiamiento: El reto de la agenda 2030

En septiembre de 2015, 193 Estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron la “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, que plantea grandes retos para América Latina y el Caribe, sobre todo por la demanda de inversiones que podrían sobregirar la capacidad ejecutoria de los gobiernos de los países de la región.

Precisamente la publicación realizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), “Financiamiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe Desafíos para la movilización de recursos”, sostiene que el financiamiento público es insuficiente para cumplir dicha tarea y que los flujos privados deberán intervenir para complementarla.

El estudio explica que entre los desafíos a los cuales se enfrenta el desarrollo de las metas trazadas está la débil recaudación mediante tributos directos, especialmente en el caso del impuesto sobre la renta de las personas físicas.

Asimismo, hace referencia a la elevada evasión fiscal que, según estimaciones de la Cepal, en el año 2015 supuso alrededor de US$340,000 millones, representando un 6.7% del producto interno bruto (PIB) regional.

Respecto a República Dominicana, a pesar de tener un crecimiento económico de 6.6% en el 2016, la desigualdad social sigue siendo elevada, lo que hace vislumbrar un panorama difícil para que el país cumpla con los 17 objetivos de la Agenda.

El director de la Escuela de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Antonio Ciriaco Cruz, manifiesta que el país muestra un gran problema estructural en cuanto al gasto público y al desborde de la bonanza económica, que no se refleja en la mejora de la calidad de vida de la mayor parte de la población.

El economista, en referencia al análisis presentado por la Cepal, expresa que con la presión tributaria de República Dominicana de 13.7% del PIB, “es obvio que el país no podrá alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible”.

Partiendo de las recientes declaraciones del director de Impuestos Internos, Magín Díaz, donde afirma que la evasión al Impuesto sobre Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) en el país ronda el 40% del total de las recaudaciones por este concepto, se podría considerar que los retos a los que se enfrenta el Gobierno para alcanzar las metas requerirán de una firme voluntad política y de priorización hacia los factores que tiendan a disminuir la desigualdad y la pobreza en los sectores más vulnerables.

Como sostiene el informe, de no haber reformas estructurales en los sistemas de finanzas públicas, la actual coyuntura de desaceleración económica podría revertir los logros alcanzados en materia de recaudación y de gasto público en la región.

Sobre la base de los estudios disponibles, la Cepal estima que el incumplimiento o evasión tributaria asciende a 2.4% del PIB, en el caso del Impuesto del Valor Agregado (IVA), y al 4.3% del PIB en el caso del impuesto sobre la renta, cifras que alcanzaron los US$340,000 millones en el 2015, agravando la situación para el financiamiento de la Agenda.

De acuerdo al economista Ciriaco Cruz, a nivel local se necesita una reforma fiscal de cara a mejorar el gasto público y conseguir recursos para avanzar de manera sostenida hacia la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.

Explica que como nación partícipe de esta Agenda se debe dar una señal a la población dominicana de que hay una voluntad para mejorar la calidad del gasto, para así poder pedir a la sociedad que haga mayores sacrificios en función de su bienestar asumiendo más cargas impositivas directas para hacer al sistema tributario más progresivo, donde los que más tengan, más paguen.

En este contexto, la Cepal plantea que para lograr mayores avances en el combate de la evasión se requieren cambios administrativos y mejoras en factores estructurales, dados los elevados niveles de informalidad, pobreza y desigualdad socioeconómica, pobre calidad institucional, escasa conciencia y educación fiscal de los contribuyentes.

La Cepal establece que para el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030, es necesaria una mayor inversión del sector privado, la cual constituyen el grueso del financiamiento externo de la región.

Respecto al tema, el catedrático Ciriaco Cruz señala que el país tiene que establecer un clima favorable para que los flujos privados y la inversión extranjera tengan un ambiente seguro. “Creo que ese es un elemento imprescindible para el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de la población”, asegura.

Las recomendaciones finales, tanto de la Cepal como del economista consultado por LISTÍN DIARIO, apuntan a que los sistemas tributarios se transformen en el pilar del financiamiento para el desarrollo sostenible, y de que las instituciones fiscales den prioridad a la inversión y a la vez protejan el gasto social, a fin de estimular el crecimiento y mejorar la distribución del ingreso.

Asimismo, sugieren reducir sustancialmente los flujos financieros ilícitos y que los países enfrenten la evasión derivada de las operaciones internacionales de empresas multinacionales y de individuos de patrimonio elevado. En este contexto, se llama a redoblar los esfuerzos de cooperación tributaria a nivel mundial y regional, lo que contribuirá también a evitar la competencia fiscal nociva entre Estados.

“Debe haber un compromiso, y creo que existe la intención de invertir en las diferentes actividades que estén involucradas para alcanzar esos objetivos”, destaca Ciriaco Cruz.

Entonces solo hace falta que se conjugen la voluntad y las acciones sistemáticas de sectores públicos y privados para lograr una sociedad equitativa donde hayan menos con más y más con menos.

Dato La Agenda 2030 incorpora aspectos cruciales en materia de educación, vivienda, seguridad alimentaria, provisión de servicios básicos, desarrollo urbano, protección social y gestión del riesgo de eventos catastróficos.

17 OBJETIVOS Planteados Según la Cepal, los nuevos objetivos consensuados llaman a los países a hacer cambio estructural en sus modos de producción y consumo, privilegiando sectores más intensivos en conocimiento y ambientalmente sostenibles.