CON EL SUDOR DE SU FRENTE
Trasciende fronteras con el arte
A sus 30 años, Miguel Santos ha logrado dar a conocer sus pinturas, dibujos y esculturas en el mundo, gracias a la tecnología y a la calidad de sus obras.
Miguel Santos se dio cuenta que tenía trazos (habilidad para dibujar) a muy corta edad. El dibujo, la pintura, el arte de la escultura casi nacieron con él. Pero no fue hasta que logró desarrollar sus habilidades con estudios en Bellas Artes que vio concretar su sueño de ser un artista.
De dibujar los “muñequitos” que veía en el televisor de su casa pasó a pintar bodegones. Fue lo primero que hizo Santos en la Escuela Nacional de Bellas Artes, actualmente Escuela Nacional de Artes Visuales, donde estudió por espacio de cuatro años.
Hoy prácticamente dibuja, pinta y elabora todo tipo de esculturas en un pequeño taller alquilado donde también vende sus trabajos de arte, ubicado en un barrio de la provincia de Santo Domingo Este.
Sus obras no se limitan a este pequeño espacio, dice el artista, que trabajó durante años como subcontratado de famosos de la ciudad de La Romana y Santiago. Gracias a la tecnología y a su galería virtual en el portal de la web santos.gallery y sus fotos en Instagram y Facebook le han aumentado la cartera de clientes al punto de lograr ventas de casi RD$100,000 en un solo mes, a pesar del poco tiempo de haber subido sus piezas a la red.
Santos tiene 30 años. Es un “millennial” aún. Aunque, asegura que es un joven maduro, porque la vida no le dio espacios para más. Trabajó desde pequeño vendiendo pantalones de la fábrica de su padre en los mercados de pulgas y con esa paga se costeaba sus estudios, al igual que sus otros hermanos hasta que uno de ellos se introdujo en la venta de gasoil a domicilio, lo que le permitió tener más libertad económica para dedicarse casi por completo al arte.
Santos es un muchacho de barrio que ha salido con su esfuerzo hacia otras fronteras por medio del mundo virtual. Recibe pedidos que envía al exterior desarmados y acompañados de un video que enseña cómo armarlos en el destino. Envía cuadros, espejos, repisas, y esculturas. Además, tiene clientes fijos como el artista urbano Toxic Crow, quien ha colocado en su Face-book las obras que le ha elaborado Santos.
El artista no solo nace, sino se hace y por eso desde que dejó sus estudios de publicidad en la UASD ha dedicado gran parte del día al arte desde el momento de su graduación en 2009.
Por eso cuenta entre sus obras haber trabajado con El Artístico Ignacio Morales, en La Romana; en las del monumento de Santiago con la Fundación Luces y Sombras, con el artista Juan Gilberto Núnez; y en monumento a los mineros, en Higüey, donde se exhiben unos grandes papagayos.
El manejo de la resina, barro y fibras lo obtuvo de talleres realizados con estos artistas famosos, lo que le ha permitido realizar cualquier tipo de escultura. Su espacio está lleno de moldes, como es el caso de tres tipos de moldes para fabricar peces de vistosos colores que hoy se exhiben como una especie de cardumen de peces en un nuevo hotel de la zona turística de Bávaro, con la modalidad de que les incluyó luces y por tanto son de gran atractivo para los visitantes.
En cuanto a las pinturas, sus cuadros de 30 por 40 y de 30 por 60 pulgadas los vende entre RD$11,500 y RD$18,500. Sobre estos precios Santos dice que los clientes solo buscan exclusividades y en su taller hay para todos.
No tiene limitantes para hacer una escultura porque usa moldes con barro y espátulas. Entre estas figuran estatuillas del patricio Juan Pablo Duarte, por encargo del Ministerio de Cultura.
Asegura que él se costea sus gastos y los de su pequeño hijo con el arte. “No recuerdo que yo haya hecho un cuadro y me haya quedado con él”, precisa Santos que ve su éxito en la ayuda que ha recibido de varios artistas con técnicas, lo que sumado con la práctica y la constancia lo ha llevado a mantener la clientela.
Santos Gallery es ahora su proyecto personal que ha orientado a todo tipo de decoraciones, incluyendo repisas y espejos en cristales y papeles para la pared o tapizados muebles.
Santos es uno de los muchos jóvenes que han emprendido proyecto propio en busca de mejores ingresos e independencia económica en un país como República Dominicana, donde la tasa de desempleo sigue siendo alta y donde el mercado se ha caracterizado por un alto volumen de micronegocios al tener un mercado laboral poco prometedor y de bajo salario.