DESARROLLO URBANO (3/3)
Modelos para planificar el santo domingo del siglo XXI
INCENTIVAR Y PLANIFICAR LA REGENERACIÓN HOLÍSTICA DE UNA CIUDAD COSTERA
Estudiar modelos extranjeros en búsqueda de nuevas ideas de desarrollo urbano es una práctica común entre inversionistas, urbanistas y políticos de nuestro país.
Sin embargo, no es suficiente encontrar modelos foráneos exitosos y ponerlos en práctica sin ninguna adaptación a nuestro territorio. Un ejemplo de esta práctica fue la propuesta fallida de crear una isla artificial paralela al litoral de Santo Domingo, la cual vino equipada con las típicas recetas propias de los proyectos de frentes marítimos de todo el mundo.
Antes de proponer un plan o modelo de desarrollo se deben considerar todos los métodos comprobados para incentivar y planificar la regeneración holística de una ciudad costera. Al mismo tiempo, retarnos a innovar y proyectar una solución única concebida específicamente para nuestra realidad socioeconómica, cultural y política. Un plan exitoso requiere un excelente diseño, una vigorosa estrategia de desarrollo económico, voluntad política, participación activa del sector privado y la inclusión de la sociedad en el proceso de planificación.
A continuación, discutimos los procesos y planes exitosos que han garantizado la prosperidad y el crecimiento planificado de cuatro ciudades globales.
Filadelfia
En Filadelfia, la primera ciudad estadounidense en recibir el honor de ser patrimonio de la humanidad, se logró un gran proceso de transformación urbana, conservando y resaltando sus bienes históricos.
En el 2012, la ciudad comenzó a reinterpretar y cambiar su código de zonificación para facilitar el futuro crecimiento urbano e implementar un nuevo proceso de revisión y diseño cívico. Su impresionante crecimiento se debe a la capacidad de la ciudad de atraer y retener a la generación del milenio.
Entre el 2006 y el 2014, la ciudad atrajo a 120,600 milénicos adicionales, y es la ciudad de Estados Unidos en donde más rápido crece este estamento de la población. Los estudiantes, profesionales y padres de familia jóvenes han propulsado un increíble boom de la construcción y, con su presencia y su compromiso con los servicios locales, ayudan indirectamente a mejorar las escuelas, los parques y demás servicios urbanos.
Nuevos modelos de desarrollo atraen a nuevas compañías, ayudando a diversificar la economía urbana y revitalizar aquellos barrios que más lo necesitan. Por ejemplo, Shuylkill Yards, un gran proyecto de regeneración en el corazón de la ciudad, se caracteriza por una innovadora sociedad entre un promotor inmobiliario con visión cívica y la Drexel University, una de las más influyentes instituciones académicas de Filadelfia. La meta de este proyecto es crear nuevos tipos de uso mixto que aceleren la innovación urbana.
Medellín
En Medellín se han enfocado en promover proyectos urbanos a través de las asociaciones público-privadas, como es el caso de las Empresas Públicas de Medellín (EPM). EPM es una de las compañías de utilidad pública más lucrativas de Sudamérica, y le genera grandes beneficios a la ciudad. Esta alianza estratégica de EPM y la ciudad de Medellín ha logrado planificar grandes áreas de la ciudad y construir bibliotecas, escuelas, espacios públicos e infraestructura de transporte.
Ahora algunos de los barrios más pobres de la ciudad colombiana cuentan con una importante red de infraestructura social conectada por modernos sistemas de transporte que permiten la fácil movilidad de sus ciudadanos. La arquitectura y el diseño urbano de calidad jugaron un rol clave en el éxito de estos proyectos, ya que trajeron dignidad, orgullo y belleza a estos barrios.
Este modelo es difícil de trasplantar a Santo Domingo o a cualquier otra ciudad del mundo, pero es un excelente caso de estudio a considerar cuando comiencen las discusiones del futuro desarrollo del río Ozama, cuyos litorales contienen los barrios más pobres y peligrosos de la ciudad capital.
Hamburgo
En Hamburgo están implementando el famoso plan maestro de HafenCity, el plan urbano de revitalización portuaria más grande de Europa, que fue aprobado por el Senado de Hamburgo en febrero del año 2000. Este plan se ha modificado varias veces desde sus inicios y debe su mayor éxito a que ha sido un documento adaptable a los cambios urbanos y políticos, sin perder de vista las metas que la ciudad y sus residentes establecieron.
El plan establece normativas urbanas, arquitectónicas y ecológicas para 1,570,000 metros cuadrados del centro marítimo de la ciudad con 57 proyectos completados y 50 en camino. Este innovador plan redefine HafenCity como una serie de barrios con identidades únicas, con usos de oficinas, residencias, cultura, recreo, turismo y comercios.
Nueva York
En Nueva York, una gran visión común auspició la creación de docenas de nuevos proyectos y desarrollos que revitalizaron diferentes zonas costeras de la ciudad. OneNYC, un plan para el borde acuático de los cinco condados de la ciudad de Nueva York, condujo a la generación de proyectos como el East River Waterfront Project, el parque Brooklyn Bridge, el redesarrollo de la refinería de azúcar Domino, la isla Governors y la Gran U. Los modelos mixtos de planificación urbana junto con estrategias de desarrollo económico tienen la capacidad de atraer nuevas industrias y oportunidades a diferentes sectores de la ciudad.
En el caso del Highline de Nueva York, este proyecto atrajo nuevos residentes, nuevas instituciones culturales, compañías innovadoras y un número sin precedentes de turistas a una zona previamente olvidada de la zona oeste de Manhattan. El Navy Yard de Brooklyn, un antiguo puerto industrial que durante la Segunda Guerra Mundial tenía más de 60,000 empleados, actualmente está en proceso de convertirse en una importante zona industrial de manufactura, innovación y tecnología. Miles de nuevos empleos para personas de diversos niveles profesionales están siendo planificados para este nuevo parque industrial del siglo XXI.
Hacer ciudad
Ahora es el momento de soñar grandes cambios e incluir a toda la población en la ardua labor de “hacer ciudad”. Santo Domingo tiene todas las posibilidades de recuperar su lugar como puerto de entrada a nuestro país y al Caribe, primero, por su particular belleza natural debida a su privilegiada ubicación geográfica que dota a la ciudad de un amplio y hermoso frente marítimo y por la ventaja competitiva de sus ríos navegables Ozama, Isabela y Haina.
Segundo, porque la ciudad capital ofrece un interesante contraste entre sus edificaciones coloniales de gran valor histórico y cultural y sus modernas infraestructuras hoteleras y comerciales en constante crecimiento. Tercero, porque ya la primada de América es reconocida por su diversificada y exquisita oferta gastronómica criolla e internacional, así como por la activa vida cultural en el ámbito de las artes plásticas, el cine, las letras, las artes dramáticas, la música clásica y popular, el baile en sus diversas expresiones a través de renombradas escuelas de danza clásica, moderna y folclórica y, claro está, que la capital también es famosa por su vida nocturna festiva y alegre, gracias a la extrovertida personalidad de los dominicanos.
En cuarto lugar, la ventaja competitiva que significa para este destino turístico urbano su ubicación estratégica y efectiva conectividad vial (actualmente en crecimiento) con respecto a los destinos de playa y montaña más importantes del país, ubicados en las zonas costeras de las regiones este, suroeste y norte.
No debemos desperdiciar este momento. Ahora más que nunca necesitamos un plan integral para el futuro de nuestro litoral urbano, potenciando nuestro gran patrimonio cultural e histórico y nuestra gente. Debemos enorgullecernos de nuestra condición de isla y de la dominicanidad, y construir la ciudad caribeña del siglo XXI.
Este texto es parte del artículo “Planificando el Santo Domingo del Siglo XXI”, publicado en la edición No. 96 de la Revista Arquitexto.