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CON EL SUDOR DE SU FRENTE

64 años dedicados al oficio de la sastrería

José Hungría Sánchez Suero, de 78 años, ha vivido de la sastrería toda la vida. Desde la adolescencia, mostró tanto talento para este oficio que sobrepasó las expectativas de sus maestros empleadores y de las personas de la época.

Procedente de una próspera familia de San Juan de la Maguana, fue educado por su abuela, Altagracia Julia Mesa, hija del general restaurador Zoilo Mesa, quien fuera alumna de Eugenio María de Hostos y posterior maestra, de la cual recibió la más extensa formación cultural y social que lo hizo desde joven diferir del régimen de Rafael Leónidas Trujillo.

Ese transitar ideológico que ha formado parte de su ser, era compartido por la sastrería y la actividad revolucionaria, determinación que lo llevó a estar encarcelado por 30 ocasiones durante la dictadura y posteriormente en los 12 años de Balaguer. En 1961, con 23 años de edad, cae preso al ser acusado de vinculación con Monseñor Tomás Reilly, obispo de San Juan de la Maguana, quien se pronunció en contra del tirano. Duró cuatro meses en la Cárcel de la 40.

“Yo me sentía orgulloso a pesar de la situación; el hecho de no delatar a nadie bajo tortura fue producto de esa buena formación que recibí”, afirma.

Un sastre de por vida

Su padre, Carlos Augusto Sánchez Mesa, lo encaminó a este oficio sin saber que esperaba por él para siempre. Cuenta que su progenitor lo condujo donde el famoso sastre Pedro Cruz, uno de los mejores del Sur, y siendo un niño que cursaba el séptimo grado de la educación básica, aprendió en solo tres meses: ¡Una sorpresa para todo el mundo!, recuerda.

Para la década del 50, con 15 años ya era un maestro costurero y practicaba de manera clandestina debido a que los clientes desconfiaban de su juventud. En ese tiempo su empleador era Carlos Reyes. A los dos años, narra, le dejó la sastrería más sólida del área para volverse independiente.

Llegó a ganar la mayor cantidad de dinero que ganaba un operario, que superaba los cuatro salarios mínimos: “Hacia un trabajo de forma industrial aunque fuera artesanal. Se ganaba en ese tiempo entre RD$15 y 25 pesos y yo ganaba RD$125 mensual. ¡Una exageración!”, confiesa.

Es por ello que manifiesta que este negocio ha sido su base primordial de sustentación. En el 1992, trabajó en la confección de la vestimenta del cuerpo de seguridad del Papa Juan Pablo II y obtuvo un salario de RD$25,000.

Realidad de su oficio A partir del 1973, cuando comienza la devaluación de la moneda, don Hungría relata que muchos sastres tuvieron que irse al extranjero, porque por esta causa la capacidad de compra disminuyó. Y la sastrería, en opinión del comerciante, es la que más sufre, debido a que el ciudadano para reducir gastos empieza por la vestimenta. “Se acorta la disposición de las personas de mandar a hacer ropa y acuden a un negocio que empieza a fortalecerse, y estos son las pacas y las tiendas”. En tanto que la clase media y baja es el público que consume este oficio.

En la capital dominicana

En los años 70, Hungría Sánchez Mesa emigra a la capital de la república por dos razones: quería que sus hijos se educaran en un mejor ambiente y porque allí su trabajo cobraba mayor demanda: “Aquí el traje se hacía necesario. La actividad diaria de las personas lo ameritaba. Había una mayor salida”, manifiesta.

Ingresos El éxito de la actividad de lavandería y sastrería depende de factores como la ubicación, la calidad y la categoría, refiere don Hungría. En su labor diaria, los ingresos oscilan entre RD$4,000 y RD$5,000. El ingreso bruto mensual asciende a RD$150,000. Pero estas cifras pueden variar, depende de los factores mencionados y la demanda.

Él destaca las cualidades de su labor: “Siempre hemos realizado un trabajo puntual, serio y responsable. Por eso he mantenido por tantos años la clientela”.

UN SASTRE REVOLUCIONARIO En la actualidad es la figura principal de una organización cultural llamada “Cacibajagua”, al igual que miembro de la Fundación “Manolo” e hijo meritorio por la ciudad de Barahona. Fue miembro fundador del Movimiento 14 de Junio, presidido por Manuel Aurelio Tavárez Justo y militante de la organización Unión Cívica.

Producto de la guerrilla del 1964 por el M1J4, fue encarcelado mientras comandaba un frente en Barahona.

De todas las hazañas y las torturas de las que aún conserva las marcas en su cuerpo, Hungría Sánchez Mesa valora la intermediación de su tío Esteban Santiago Mesa Sánchez, considerado el primer abogado de San Juan, y de Carlos Reyes, su último maestro en sastrería, quien en esos días le cubrió las espaldas de su negocio para que este no fuera destruido, al igual que le pagaba el alquiler del local, a discreción de los calieses del pueblo.

Familia El también paisajista tiene cinco hijos de dos matrimonios, todos profesionales gracias a lo que le ha generado el negocio de la sastrería y lavandería. Se siente satisfecho. Ha enseñado mucha gente que ha sido exitosa.

“Si no estoy activo me muero”, dice con firmeza. En una ocasión dejó de trabajar un tiempo y pensó que se estaba desvaneciendo, pero indica que “desde que volví al trabajo esa fue mi medicina”.

Establecimiento. En la capital, inició su negocio en la Avenida Duarte con Mella en 1971. Hoy se encuentra en la calle Espaillat número 252, en la Ciudad Colonial.

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