Autorizan cortar hasta 257,237 árboles
Las autoridades dominicanas han otorgado permisos para que se corten hasta 257,237 árboles. Un dato de por sí alarmante y peor aún porque se trata de una autorización a una sola persona. Esta información la reveló ayer el vicepresidente de la Fundación Grupo Puntacana, Jake Kheel, al hablar sobre el “colapso callado” que están sufriendo los bosques de la isla.
Kheel fue el orador principal del almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio de República Dominicana (AmchamDR) y allí advirtió sobre las amenazas que enfrentan la flora y la fauna del país, específicamente en la Sierra de Bahoruco, debido a la tala legal e ilegal para la producción y comercialización de carbón.
“El carbón es un producto que se trafica de los bosques dominicanos a las ciudades de Haití, porque la gran mayoría de los haitianos lo necesitan para cocinar. Se estima que más de 80% de los haitianos dependen del carbón para cocinar. Para un país de 10 millones de ciudadanos, es mucho carbón”, enfatizó Kheel.
En palabras del presidente de la AMCHAMDR, Gustavo Tavares, Kheel es experto en desarrollo sostenible y desde hace más de diez años está ligado a los temas ambientales del país. Esto lo llevó a producir el filme documental “Muerte por mil cortes” en el que en penosas imágenes plasma la cruda realidad del comercio de carbón en el país, que según Kheel no está limitado a los haitianos.
“En las áreas de bosque seco alrededor del Lago Enriquillo existe una intensiva producción ilegal de carbón, casi a una escala industrial. Y esa producción es controlada directamente por dominicanos”, afirmó.
Exportación Es por eso que Kheel planteó que el buen manejo de los bosques se ha convertido en un gran riesgo en el país. “Esto se va a volver un desierto en poco tiempo”, es una frase de uno de los fragmentos de la película.
“Durante nuestras investigaciones encontramos que existe producción de carbón que cuenta con permisos del Ministerio de Medio Ambiente. Ese carbón autorizado se está exportando a países desarrollados para uso como BBQ (barbeque)”, indicó.
Kheel señaló que en las cifras de las aduanas de los Estados Unidos República Dominicana figura entre sus principales suplidores de carbón.
“La producción autorizada de carbón debe contar con estudios de impacto ambiental, supervisión técnica y controles para asegurar que no deforesten en áreas protegida, ni (se afecten) especies amenazadas, ni que se entre en el tráfico ilegal. Eso no está ocurriendo”, advirtió. Ante la situación aquí planteada, Kheel instó al Gobierno y a la sociedad en general a buscar la forma de solucionar este problema porque “eso tendrá consecuencias importantes”. Agregó que el asunto se debe enfrentar en coordinación con Haití.