Enfoque

Cabo Rojo, un referente de desarrollo sostenible

Uno de los grandes debates que de manera sistemática se sostiene en distintos escenarios, a nivel local e internacional, es si es posible propiciar el desarrollo socioeconómico de un lugar, zona o región, en total equilibrio con la protección del medioambiente y sus riquezas naturales. Un debate que algunas veces parece antagónico, pero que no lo es.

La preservación de nuestros recursos naturales siempre será innegociable, pues en su buen manejo se fundamenta la sostenibilidad y el futuro de la vida del ecosistema, pero también, sin desarrollo económico se pone en peligro la estabilidad social, la calidad de vida y el bienestar individual y familiar de las personas en las distintas comunidades.

Es por esto, la necesidad de generar el equilibrio vital que permita ejecutar proyectos que sirvan de motor económico y que tengan como eje prioritario, desde su concepción, la protección de las riquezas naturales y la biodiversidad, este es el caso del Proyecto de Desarrollo Turístico de Cabo Rojo, en Pedernales, que implementamos bajo un modelo referente de sostenibilidad a cargo de la Dirección General de Alianzas Público Privadas (DGAPP) y del Fideicomiso Pro-Pedernales.

Cabo Rojo

Cabo Rojo

Desde que asumimos el desafío de estructurar este proyecto, junto a un equipo de profesionales multidisciplinarios de alto nivel, sabíamos que el principal reto era encontrar una relación respetuosa y armónica entre la preservación del ecosistema y el desarrollo de las infraestructuras turísticas, pues un 68% de la provincia Pedernales está declarada área protegida, Cabo Rojo está rodeado por el Parque Nacional Jaragua y contiene importantes humedales protegidos bajo acuerdo Ramsar.

Una de las grandes disyuntivas que enfrentamos al inicio fue, por un lado, la presión de los pobladores de Pedernales para que empezáramos a ejecutar el proyecto, y por otro lado, los grupos medioambientales que entendían que esa zona debía preservarse, y el primer gran reto que sorteamos fue lograr satisfacer a ambas partes y seguir avanzando hacia los objetivos propuestos.

Algo que es clave para lograr buenas prácticas en este tipo de proyectos es la capacidad de diálogo franco y abierto con la población, mostrar la realidad en base a estudios y no a suposiciones, ir de frente evitando que sectores interesados manipulen a la opinión pública. En Pedernales, realizamos un sin número de vistas públicas que se convirtieron en el escenario ideal para escuchar las preocupaciones de sus pobladores, de sus autoridades, de sus auténticas organizaciones, de las comunidades aledañas, mostrando los hallazgos de investigaciones previas y de los estudios que, a iniciativa de nuestros asesores, pusimos en marcha. Con esto logramos un diálogo constructivo que nos permitió avanzar en un proyecto que cada día trae mayores beneficios para toda la región.

La primera acción que implementamos, por iniciativa propia, fue el retiro del proyecto a 160 metros de la costa, cien metros más que lo que ordena la Ley 64-00, lo que asegura recuperar y proteger los ecosistemas y una mayor resiliencia ante los efectos climáticos.

Asumimos la sostenibilidad no como un discurso sino como un eje realmente prioritario en cada acción que se ha tomado, por esto se realizaron estudios de Capacidad de Carga Turística, tanto en la zona de Cabo Rojo como en Bahía de las Águilas, logrando que este sea el único destino turístico del país que cuenta con un instrumento de evaluación crítica que toma en cuenta la intensidad y frecuencia del uso turístico.

De manera coherente con las recomendaciones que arrojaron los estudios, realizamos cambios en el Máster Plan, como fue la reubicación del campo de golf, pues donde estaba planificado al inicio se encontró un anidamiento de iguanas rinoceronte y un bosque seco en perfecto estado de conservación con poblaciones de guanito, melón espinoso, cayuco y alpargatas.

Asimismo, se estableció un Plan de Manejo y Adecuación Ambiental que incluyó un manual instructivo para que las empresas constructoras que intervienen en el proyecto asuman todas las directrices de cuidado y protección al medioambiente, tomando los cuidados requeridos para la preservación de los humedales y de la flora y fauna endémica de la zona.

De este plan nació el Vivero Cabo Rojo, un programa de conservación de especies endémicas y nativas, iniciativa del Fideicomiso Pro-Pedernales, que se ha constituido en un plan innovador y único en el país que servirá de modelo para replicarlo en otros proyectos y que, desde ya, es un atractivo para turistas y visitantes. En la actualidad alberga a 45,988 cactus de distintas especies.

Algo importante para todo proyecto que asuma la sostenibilidad como eje central de su ejecución es alinearse a los parámetros de buena práctica definidos en los organismos que fungen como autoridades en la materia. Es por esto que, en el proyecto de desarrollo turístico de Cabo Rojo, firmamos la Declaración de Glasgow para la Acción Climática en el Turismo, un compromiso para implementar herramientas y lineamientos de la Organización Mundial de Turismo para apoyar la reducción a la mitad de las emisiones para 2030. Además, definimos y ejecutamos un programa de restauración del frente costero de manera preventiva para crear una barrera natural que proteja la costa de Cabo Rojo ante los efectos de posibles fenómenos naturales.

Es importante tener una mirada 360 para conjugar desarrollo económico con sostenibilidad. Los proyectos deben tomar acciones concretas para garantizar el manejo eficiente de sus recursos naturales, pero además, crear alianzas estratégicas para el abordaje de los temas neurálgicos, como los efectos del cambio climático y la construcción de resiliencia, mirando siempre con visión futurista.

Para lograr esa mirada integral y garantizar lo antes expuesto, en Cabo Rojo-Pedernales, hemos firmado acuerdos con instituciones para temas puntuales, como es el caso de la gestión integral de los desechos sólidos, con la firma de convenio con el Fideicomiso de Gestión Integral de los Residuos Sólidos (Do Sostenible), entidad con la que coordinamos esfuerzos para el cierre de los vertederos a cielo abierto y la construcción de un relleno sanitario.

También, firmamos acuerdo con la Fundación Sur Futuro para unir esfuerzos en la implementación de una estrategia común de sostenibilidad ambiental, y quiero destacar que, como parte de un enfoque integrar de sostenibilidad social firmamos un acuerdo con la organización internacional Save The Children para la definición de un Plan de Acción que prevenga de manera proactiva la explotación sexual infantil, una acción de responsabilidad que busca implementar Tolerancia Cero a la Explotación Sexual Infantil en el destino Cabo Rojo.

Como ven, es una línea de coherencia en cada paso que damos desde que iniciamos la ejecución de este proyecto, y llenos de orgullo podemos decir que Cabo Rojo, en la actualidad, es un modelo de desarrollo sostenible en el Caribe y una muestra palpable de que el sector público y el sector privado pueden de manera responsable, actuando con firmeza, planificación y responsabilidad, hacer convivir en equilibrio, el desarrollo socioeconómico y la protección de nuestras riquezas naturales.

El autor director Ejecutivo de la DGAPP

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