Ideando

Si es tan bueno como el de allá, venga el de aquí

Vender un producto o un servicio simplemente porque el mismo es criollo constituye una tarea imposible en la actualidad, porque el mercado aprendió a valorar las marcas por sus atributos y no por una simple consigna chauvinista.

Apelar a esos sentimientos nacionalistas solo es válido, si además de ser local, el producto o servicio en cuestión puede igualar en calidad al importado.

De hecho, existen muchas marcas criollas que a pesar de competir desventajosamente con las extranjeras por cuestión de tecnología, experiencia, imagen, etc. han logrado preservar su posición en la categoría, gracias a su incuestionable calidad.

En esos casos sí es plausible que se esgriman esos argumentos que mueven las fibras nacionalistas.

El consumidor dominicano refinó su paladar tan pronto conectó con marcas extranjeras de calidad comprobada y por tanto esa consigna, por si sola, no es suficiente.

No obstante, si el producto criollo es tan bueno como el de allá, venga el de aquí. Ese debe ser el lema de una campaña del estado a favor de los industriales criollos, la cual motive a los dominicanos a asumir colectivamente esa conducta de compra.

Esto sería un espléndido respaldo a los industriales dominicanos que muchas veces tienen que competir en condiciones desiguales con marcas extranjeras. Al mismo tiempo sería un estímulo para aquellos que a fuerza de tesón y emprendimiento, prácticamente solos, empujan en esa dirección y tratan de afianzar sus iniciativas.

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