Un cliché para disfrutar...

Llega un nuevo mes, y con él, una nueva fecha en rojo en el calendario. Cada vez que entramos en un "mes de..." me sorprende que es cada año mayor, la cantidad de personas que tachan los días especiales de "comerciales", haciendo de ese adjetivo, casi un insulto. Por otro lado, están los que hacen mecánicamente lo mismo cada doce meses, costumbre que aprendieron desde niños y siguen religiosamente: Compran la acostumbrada corbata acompañada de un buen whisky, o el último libro de un buen escritor, la camisa de diseñador o cualquier artículo que tenga la etiqueta invisible que dice "con esto cumples tu compromiso". Ese domingo, se ponen ropas bonitas para las fotos, disfrutan de una comida o cena, o una tarde en familia y el lunes todo olvidado. No quiero sonar "hater", ni negativa, pero ambas conductas en mí muy humilde opinión están erradas. Pienso que no hay que enojarse porque el fin de semana de los padres, las tiendas están abarrotadas, o porque recibimos en esos días un bombardeo publicitario que nos incita a que salgamos corriendo a comprar el "regalo de papá". Pero tampoco hay que odiar los llamados "clichés" al nivel de subestimarlos y hacer lo posible por ignorarlos. Digo, tenemos que aceptar que todo lo que se convierte en un cliché es porque las masas han aportado a que así sea. ¿Mi propuesta? Felicitemos a los padres en su día, expresemos lo importantes que son para nosotros, pero no olvidemos volverlo a hacer frecuentemente durante los 365 días que hay entre un día de los padres y otro. Padres: Desde esta temprana fecha del mes de julio les envío mi felicitación, extensiva y sin fecha de caducidad. Hijos: Regalen vida todos los días a quienes les dieron la vida. Papi: Son muchas palabras las que te podría decir, pero creo que puedo resumir gran parte en un enorme Gracias. Gracias por despertarme todos los días con una sonrisa y con un buenos días. Gracias por que has hecho que donde sea que esté, y a donde sea que me lleve la vida, mi casa siempre será el puerto más seguro, donde sé que nada me puede hacer daño y donde encontraré descanso... Me despido solo hasta la próxima...