Pancita bonita para la futura mamita

El embarazo es un momento que se presta para ocuparte verdaderamente de tu cuerpo, en todos los sentidos. Estéticamente hablando, la variación de los niveles de hormonas pueden producir muchos cambios en la piel, y claro, el estiramiento de la misma es el mejor aliado de la aparición de huéspedes indeseados, como son las estrías. ¿Qué son? En general, son la consecuencia de lesiones que se producen en la parte más profunda de la piel, a nivel de las fibras de colágeno y elastina. Cuando esta ruptura se produce, se manifiesta en la parte superficial, creando líneas, que en principio son rojizas o pardas, dependiendo el tono de piel y luego toman una tonalidad blanquecina. Mientras avanza su proceso, se hace más difícil eliminarlas, por eso lo ideal es prevenirlas. En el embarazo Es una etapa que predispone la aparición de estrías y ésta es una de las principales preocupaciones de las chicas que se encuentran en este proceso. Dicen que la prevención puede comenzar al tercer mes, yo te recomiendo que desde que sepas que estas embarazada, te dispongas a tratar tu abdomen, senos, glúteos y caderas. Nunca es muy temprano para cuidarse de las estrías. Lo importante La clave aquí es sencilla. Hidratación. Una piel bien hidratada y nutrida conserva mejor su elasticidad y resiste mejor los estiramientos significativos. Este es el primer paso para disminuir el riesgo. Luego, constancia. El producto que decidas utilizar, debes aplicártelo por lo menos dos veces al día, preferiblemente después de bañarte, con masajes de unos cuantos minutos en cada aplicación. Los masajes son una buena manera para establecer contacto con el bebé y debes asesorarte con un experto que te explique cuál es la manera de aplicarlos. Dicho esto, me queda decirte que aunque debemos cuidar nuestra apariencia, lo más importante de todo es la salud y el bienestar de tu bebé. ¡Disfruta este milagro!