De reojo
El ejemplo dado por un joven de Capotillo es digno de imitar. Entregado a sus estudios, Joel Soriano Canó acaba de ganar unas olimpiadas de química patrocinadas por la UASD, en las que demostró que, sin importar el origen humilde, cuando se quiere se puede. Soriano fue premiado con dinero en efectivo para abrir una cuenta de ahorros, una laptop, esencial en estos tiempos, y una beca para estudiar química, obviamente, en la misma UASD. Pero la mayor satisfacción de esta joven promesa, es el haber puesto de manifiesto todo su talento y capacidad, fruto de la dedicación y el estudio.