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VIDA VERDE

Antídoto verde

Las familias y pequeños grupos de personas pueden aportar su granito de arena para disminuir la presencia de uno de los principales gases causantes del calentamiento del planeta, el CO2, apuntándose al compostaje. Según un informe realizado por la consultora independiente InclamCO2, para la asociación ecologista Amigos de la Tierra, AdT, (www.tierra.org) el denominado compostaje descentralizado o doméstico es una buena “receta” para ahorrar emisiones de gases de efecto invernadero. Pero ¿qué es el compostaje doméstico, en qué consiste? Para la asociación Amigos de la Tierra “se trata de una práctica sencilla para gestionar la fracción orgánica de los residuos, ya que, a través de su descomposición aerobia (en contacto con el oxígeno) se obtiene ‘compost’, material rico en nutrientes muy beneficioso para el suelo, que ayuda a reducir la erosión y a mejorar la vida vegetal y es un abono de excelente calidad, que se podría conseguir en los propios domicilios o en centros comunitarios próximos”. “De esta manera se cierra, sin necesidad de transporte, el ciclo de los residuos orgánicos, por lo que, en el caso del compostaje doméstico, la producción de emisiones de gases de efecto invernadero se puede considerar nula”, según InclamCO2 (www.inclam.com). El informe de AdT analiza los sistemas de gestión de residuos, desde su recogida hasta su traslado a un lugar de reciclaje, y compara las emisiones de CO2 del tratamiento de la fracción orgánica de los desperdicios en un vertedero, una incineradora, una planta de compostaje tradicional y el compostaje doméstico. En la comparativa también se incluye una planta de biometanización, una instalación que trata la basura y, a partir de la fermentación y degradación de su materia orgánica, genera ‘biogás’ (gas combustible, en su mayor parte metano) y ‘compost’. El estudio de AdT demuestra que en un proyecto tipo de compostaje doméstico, en el que participan 80 familias, se pueden ahorrar al año entre 800 kilogramos y una tonelada de gases de efecto invernadero, es decir lo que emitiría un auto recorriendo 3,200 kilómetros, en comparación con el tratamiento de estos residuos en diferentes tipos de plantas de tratamiento. HuellaEl estudio de AdT abarca todos los factores relacionados con la ‘huella de carbono’, es decir con el cálculo de las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de todo el proceso que se esté estudiando, desde el agua utilizada, hasta la electricidad y, por último, el transporte, el mayor generador de gases de efecto invernadero. Para reducir las emisiones de CO2, AdT propone fomentar la producción de ‘compost’ en las casas, y plantas comunitarias y descentralizadas cercanas a los municipios. “La gestión de la fracción orgánica de los residuos es una de las más sencillas”, según Alodia Pérez Muñoz, responsable del Área de Recursos Naturales y Residuos de AdT, quien explica en entrevista con la agencia Efe, los pormenores y ventajas del compostaje doméstico como “antídoto” o “vacuna” para las emisiones de CO2. Explica que la “fracción orgánica de los residuos es la parte del contenido de nuestra bolsa de basura que se descompone de manera natural, por ejemplo los restos de comida, hojas, ramas, papel, etcétera”. “Esta fracción supone normalmente entre un 40 y un 50 por ciento de los residuos domésticos, por lo que su tratamiento adecuado reduce en gran medida los impactos ambientales de los desechos de una casa”, añade la experta. Según explica Alodia Pérez, “la gestión mayoritaria de estos desechos es el vertido o incineración, con graves impactos ambientales asociados, por su inestabilidad en la descomposición y por su elevado contenido en carbono, que al quemarse se convierte en precursores de las dioxinas y los furanos -contaminantes ambientales persistentes”. RECOMENDACIONES PARA COMENZAR A quienes quieran iniciarse en el compostaje doméstico, Alodia Pérez Muñoz les aconseja primero “valorar el espacio y los residuos orgánicos que tienen”. “Si el espacio es pequeño y no tienen jardín ni huerto, lo ideal es el ‘vermicompostaje’, en el que participan lombrices aportadas; pero si tienen un patio, huerto o jardín, el compostaje tradicional, en el que los organismos acceden a los residuos de manera natural, es la mejor opción”, señala Pérez. Los usuarios domésticos deben decidir el tamaño de su compostador, en función de la cantidad de residuos generados. Una vez introducidos los residuos/ materias primas por primera vez, se trata de un proceso continuo, en el que se van introduciendo residuos según se van generando, explica. Alodia Pérez recomienda controlar la aireación, removiendo de vez en cuando, y la humedad, equilibrando los materiales que se introducen (húmedo-seco). “El volumen desciende muy rápido, y cuando deja de bajar, significa que el proceso está terminándose y se puede sacar la primera cosecha de ‘compost’.

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