El historiador Roberto Cassá publica libro sobre Olivorio Mateo
Olivorio Mateo es considerado un símbolo del mesianismo. Su historia es compleja. Algunos lo consideran como un portador de lo sobrenatural y otros como la encarnación de lo espiritual a través de lo místico y profético. Esta credibilidad proviene de los milagros que realizó en Palma Sola, San Juan de la Maguana.
Sus partidarios del siglo XX, y aquellos que aún creen en su resurrección, lo ven como un mensajero de la luz y una deidad que ofrece una intensa actividad religiosa celestial. Algunos creen que tiene una doble identidad, lo que le permite superar los misterios.
Para sus fieles, el espíritu de Olivorio Mateo ha sido, y sigue siendo, una figura iluminada, distintiva y superior a lo largo de la historia mística de la República Dominicana. La mayor esperanza para estos seguidores es que Papá Liborio, como suelen llamarlo, los protege desde las dimensiones cósmicas, ocupando cualquier lugar en el universo.
La cúspide de su constelación es insuperable, ejerciendo una atemporalidad indiscutible. Sus adeptos creen que su poder radica en haberse reinventado a sí mismo, lo que, según ellos, le permitirá resucitar para regresar a la tierra, hacer justicia y continuar su evolución. Esta creencia está respaldada por una devoción que trasciende lo sobrenatural.
Estas afirmaciones sirven de marco de referencia para contextualizar la exhaustiva investigación sobre Olivorio Mateo, realizada durante años por el destacado historiador, escritor y académico Roberto Cassá. Su obra, la más completa y detallada sobre el legendario personaje, resalta la masacre de Palma Sola, ocurrida el 28 de diciembre de 1962 durante el régimen de Juan Bosch. Esta brutal operación tenía como objetivo eliminar a los miembros del movimiento de «carácter mesiánico y popular», encabezado por los hermanos mellizos Romilio y León Ventura Rodríguez.
Con la palabra de Dios es una obra impresionante. Los primeros atisbos revolucionarios y religiosos del movimiento liborista tomaron fuerza durante la Intervención Norteamericana (1916-1924), periodo en el que Olivorio Mateo fue asesinado. El libro fue patrocinado por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (Facultad de Humanidades), el Archivo General de la Nación y los Laboratorios Mallén.
La obra tiene 600 páginas y un índice temático con los siguientes capítulos:
• La temática. Determinaciones y contextos. Mesianismo y milenarismo.
• Peculiaridades del liborismo en sus etapas. San Juan de la Maguana hasta inicios del siglo XX.
• Aparición del maestro. Conatos de modernización. Persecución y muerte.
• Popa y otros profetas resurrectos. Manifestaciones similares.
• San Juan bajo Trujillo y letargo del liborismo. Antecedentes de Palma Sola.
• La bella aurora. Agenda controversial. Preparación del desenlace.
• A sangre y fuego. Recomposición de núcleos dispersos.
• Manifestaciones mágico-religiosas diversas. Profetas finiseculares de La Maguana.
Cuenta además con los anexos: «Cronología del liborismo»; «Liboristas detenidos en Las Matas de Farfán»; «21 de diciembre de 1962» y «Salves y otras composiciones y entrevistas».
El libro contiene también una selección de ilustraciones en las que se pueden identificar a numerosos personajes que participaron o que fueron víctimas de la masacre de Palma Sola. Asimismo, recoge un amplio listado de liboristas que en 1962 fueron detenidos en distintos lugares de la región Sur.
Antes de esta fecha, Cassá describe cronológicamente muchos hechos en los que destacan el propio Olivorio y sus prosélitos. Por ejemplo, menciona: «1908, Revelación de Olivorio Mateo (Liborio) de un viaje al cielo para cumplir una misión trascendental como enviado de Dios»; «1909, Primer arresto de Olivorio bajo el cargo de ejercicio ilegal de la medicina»; «1909, Segundo arresto y enjuiciamiento en Azua, donde fue absuelto» y «1910, Tercer arresto y su liberación por sus parciales armados», entre muchas otras referencias.
La obra contiene más de cien entrevistas en las que figuran los nombres de Aquiles Castro, Roberto Rodríguez, Constancio Cassá, Salvador Rodríguez, Emérico Capell Bello, Ivelisse Acevedo, Juan Bautista Sánchez, Diego Rosado, Rafael Darío Herrera, Héctor Almonte Mella, Sinencio Ramírez, Lionel Rodríguez, José Antonio Moquete. El historiador Roberto Cassá, también reconoce en su libro los aportes ofrecidos por Lusitania Martínez y Juan Manuel García, autores de libros relacionados con la masacre de Palma Sola.
En conclusión, podemos resumir que el espíritu de Liborio Mateo (1876-1922) sigue presente en las regiones telúricas de San Juan de la Maguana, donde su legendario poder mesiánico ejerció una soberanía omnipresente, abarcando mares y cielos. Los liboristas vivos conversan con él y le rezan diariamente, o al menos en ciclos; a él ofrecen sus vidas mediante cultos y oraciones, pidiéndole que aleje a los malos espíritus, cure a los enfermos y detenga la muerte.
Sus incondicionales de ayer y de hoy piensan que vive en la matriz de la cosmogonía y que es una especie de dios apocalíptico que los protege de los demonios, de las enfermedades y el infortunio. Debe de ser porque su mundo es dual: está en el aquí, en el allá. Y esto atañe a su excesivo espiritualismo, cuyo origen conserva lo mágico-religioso y el poder de una dimensión atemporal.
Aquellos que estuvieron a su lado en momentos cruciales esperan con fervor su resurrección, con la esperanza de que erradique los males que ellos y el mundo padecen. Liborio Mateo y «Palma Sola» representan tanto lo divino como lo profético. Para sus fanáticos, él encarna la síntesis perfecta de sus predicciones, las cuales, según afirman, le otorgan control sobre el espacio y el tiempo. Estas categorías cósmicas, que desafían la explicación científica y psicológica, son vistas como manifestaciones de su poder espiritual y místico.
La devoción de sus admiradores trasciende lo ordinario, pues creen que su regreso marcará un momento crucial en la historia, en el cual Liborio traerá justicia y renovación. Este profundo vínculo espiritual con Liborio refleja una fe que se ha mantenido viva a lo largo del tiempo, destacando su figura como un símbolo de esperanza y protección contra las adversidades del mundo.
Liborio es la encarnación de sí mismo y algo más. Es una consecuencia de un macrocosmos, una deidad de lo real y de la superstición que profundiza en un clima mental y emocional. Su fuerza espiritual se manifiesta en su carácter mesiánico y en los milagros atribuidos a él. Liborio es visto como el elegido de los tiempos, inmerso en su propio círculo existencial. En Palma Sola erigió su templo, un lugar de meditaciones que prometían dar vida a los muertos, y a los vivos la capacidad de prever su propia supervivencia.
Los que aún residen en Palma Sola y en otros lugares de San Juan de la Maguana lo reconocen como su único y verdadero ídolo mesiánico. Ven a Liborio recorriendo incansablemente las tierras comunales de sus antepasados, donde la atemporalidad de su espíritu perdura, pues ahora habita en el «más allá». Entienden que su voluntad reivindicadora puede manifestarse en cualquier momento de la historia dominicana, viéndolo como la cara oculta de Dios. En Liborio, el mito, la leyenda, los sueños y las visiones sobrenaturales ejercen un poder «irremisiblemente enmarañados» debido a su doble identidad.