Pasteles en hoja

Pasteles en hoja dominicanos
Cierto que nada sucede exactamente igual como fue planeado, siempre hay un margen de diferencia entre lo planeado y -digámoslo así- el imperio de la realidad, que todo mundo enfrenta y con mayor o menor drama, todo mundo asume. Ahora bien, si usted cada cinco minutos varía lo que persigue o planea lograr, entonces no hay margen de diferencia, no hay margen de nada, sencillamente usted va a la brigandina y como suele suceder, la suerte lo acompaña.
El objetivo de la guagua rosada de Macetours es Bávaro, esa es la meta que ilumina los ojos de los cinco miembros del Quinteto victorioso, meta también de los pasajeros, algunos roncando, pero he aquí que a buena velocidad, como iban, tras retomar el viaje tras el primer peaje de las Américas y escoltados por cuatro franqueados, La Maceta Rodríguez, dijo: -Unos pasteles en hoja de San Pedro, usssssshhhhhhhhhhh.
Cierto que de inmediato El mudo dijo: -Aró, aró, aró no es para que se moleste, su majestad, pero…
La Maceta Rodriguez: -Los necesito, tuve un antojo, anoche soñé con unos pasteles en hoja que me hablaban y no quiero vainas malas en mi destino.
El mudo: -Además, ya picamos refrigerio.
La Maceta Rodriguez: -Eso es de una vez, ni nos bajamos de la guagua. Cuenta los pasajeros -te van a encantar Mudo, son los pasteles en hoja originales de San Pedro-, además desde que prueben esa delicia, todos van a querer más.
El mudo: -Aró, pero ¿y el “efecté”?
La Maceta Rodríguez: -Dile a Fifí y a La pancra, que lo pongan, son gastos del viaje.
El mudo: -Aró, pero ya picamos refrigerio.
La Maceta Rodríguez: -Combustible, es combustible pa’ seguir adelante, que lo pongan como gastos de combustible, que esa gente la están pasando muy bien y esa matraca que venían sonando aceleró el hambre.
No se habló más del tema, todos estuvieron de acuerdo, son gastos de combustible y no en menos de lo que canta un gallo, pero muy rápido, hicieron la parada en un viejo local que conocía La Maceta Rodríguez en el pueblo de San Pedro de Macorís, especialistas en hacer pasteles en hoja. Luego, mucho más satisfechos que antes, siguieron por la carretera del este en dirección hacia Bávaro.
