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Cultura

Un día en el Centro León: Promesa cumplida

El Centro León es referente del país. Jamás organismo alguno dedicó tanto esfuerzo y presupuesto por mantener un templo cultural activivo, decente, orgullo nacional y resaltado en el mundo.

Visita de periodistas del Listín Diario al Centro León, el pasado 18 de mayo.Alberto Liranzo

Durante mi reciente recaída de salud debido a una cirrosis hepática irreversible, María Amalia León me escribió para brindarme su apoyo.

-Volveremos juntos al Centro León -fueron sus palabras.

Y la ocasión se presentó para satisfacción de ambos, no tanto por la ocasión de presentar mis nuevos libros de memorias, sino por ir acompañado de todos los pasantes de la presente promoción del Listín Diario, más otros invitados y amigos entrañables de la etapa cuando viajaba casi todos los días a la ciudad corazón: Elsa Brito de Domínguez y Leoncio Peralta, entre muchos otros.

El Centro León es referente del país. Jamás organismo alguno dedicó tanto esfuerzo y presupuesto por mantener un templo cultural activivo, decente, orgullo nacional y resaltado en el mundo.

El Centro León es privado, pero también abre sus puertas para que Santiago lo disfrute sin reparar en clases sociales ni en entornos exclusivos. Exposiciones, talleres, presentaciones de libros, videos, conciertos, conferencias, cine foros y otras ofertas son su plato fuerte. El público respalda, disfruta y las hace suyas.

Por ello, once pasantes del programa Periodista por un Año del Listín recorrieron sus exposiciones e instalaciones. Muchos lo reconocían por primera vez. Y otros volvían a rememorar sus excelencias inolvidables, pero ahora con mayor detenimiento.

Después de recorrer salas y admirar la exposición preparada antes de fallecer por el gran artista Jorge Pineda, fueron invitados a un almuerzo. Visitaron la mediateca y asistieron a la presentación del libro. Revivieron la fe por la hermosura, por lo bien hecha, por conocer cómo la familia León no reparó en recursos para demostrar su entrañable amor por Santiago y el país. En un gesto altruista inigualable, esa familia dedicó buena parte de lo ganado trabajando con esfuerzo y sacrificio en un espacio que nos dignifica. Los pasantes del Listín solo vivieron una minúscula muestra de la generosidad de sus directivos y de la eficiencia con que allí se trabaja.

El Centro León es orgullo nacional. No cree en élites. Solo acude a ellas al préstamo de sus obras para ser expuestas en sus salas y apreciadas por el pueblo.

Allí se respira. La dominidad se encuentra desde la entrada. Y al cruzar sus puertas, somos más humanos.

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