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José Mármol y su experiencia en la India

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Santo Domingo, RDSanto Domingo

Todavía con la diferencia de horario a cuestas y su maleta de regreso a medio hacer, el poeta José Mármol

¿Cómo le llegó esta invitación a la patria de de Mhatma Ghandi?

JM: Se trató de una invitación que, a través de la embajada de República Dominicana en Nueva Delhi, India, y de su titular, el embajador David Puig, me cursara, desde inicios del pasado año, el India International Centre (IIC), para formar parte de los panelistas que intervendrían en la Conferencia Internacional titulada “Historias conectadas, presente compartido. Experiencias cruzadas entre Latinoamérica, el Caribe y la India”. El evento, que tuvo lugar del 20 al 22 de febrero, en las instalaciones del IIC, contó con representantes de distintas regiones de la India, de varios países de Latinoamérica, así como países del Caribe anglófono, francófono e hispánico. Se trataron temas de los órdenes político, económico, relaciones internacionales, migraciones, historia, música, cine, cultura y literatura.

¿Qué expectativas tenía antes de partir a este evento?

JM: Fue una conferencia muy bien organizada, con alrededor de 40 participantes, en sesiones que iban desde la mañana hasta la prima noche, culminando con exposiciones, representaciones, proyecciones de cine y expresiones artísticas. El proceso organizativo, los documentos que debías enviar con bastante antelación, y el seguimiento que se daba a cada invitado te iba reflejando que se trataba de un magno evento. Nuestro embajador, David Puig, estuvo siempre involucrado, con la participación de su personal de apoyo en la legación diplomática. Yo tenía la premonición de que iría a formar parte de un acontecimiento cultural relevante. Era, además, mi primera visita a la India. Recordé y retomé algunas de mis lecturas de Octavio Paz sobre su experiencia en ese lejano país, como también de Herman Hesse y algunos de los libros sagrados de sus tradiciones religiosas y místicas.

¿Cuál es el conocimiento que se tiene de la India en la República Dominicana?

JM: Pues, quizás no mucho, hasta donde he sabido. Aunque nosotros hemos tenido legación diplomática en la República de la India desde hace décadas, no fue sino hasta enero de 2022 que nuestra Cancillería recibió las Copias de Estilo de las Cartas Credenciales del primer embajador de la India en la República Dominicana. Se trata del señor Ramu Abbagani, un experimentado diplomático que trabajó antes en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de su país. En febrero de 2022, el presidente Luis Abinader recibió formalmente las Cartas Credenciales del primer embajador indio en nuestro país. Desde enero último, se celebra en nuestro país la Semana de la India en RD (“Namaste India”), en cuya primera versión pudimos apreciar las riquezas de la gastronomía, las danzas, el café, los tés, el yoga y ayurveda, la artesanía y otras manifestaciones artísticas y culturales de esa gran nación, que celebró en ese marco el 74 aniversario de su independencia como el “Día 74 de la República de India”. Tiene presencia, desde hace muchos años, en nuestro país, manifestaciones creencias espirituales, ramas de la medicina y expresiones gastronómicas indias, además de la influencia de su arte y su literatura, sobre todo, en mi caso, de los textos sagrados, la obra del Premio Nobel indio Rabindranath Tagore, la poesía y la ensayística de Octavio Paz vinculada a la India, la novela “Siddhartha” de Hermann Hesse y la novela “Los versos satánicos” de Salman Rushdie, entre otros. Luego descubrí la defensa, a contrapelo de la intelligentsia argentina, de Pedro Henríquez Ureña en torno a la visita, en 1924, de Tagore a Buenos Aires, invitado por Victoria Ocampo y la revista Sur. También, acerca de la relación epistolar de nuestra escritora y artista Delia Weber con el gran escritor indio Tagore, de quien tradujo poemas al español. Desde inicios del pasado siglo, hemos tenido manifestaciones de acercamiento entre ambos países, especialmente, a través del arte y la literatura.

¿Qué encontró de interesante a su llegada a la India?

JM: Soy isleño. Vivo en la mitad de una isla relativamente pequeña. Lo que más me impresiona de países como la India es la vastedad, la diversidad lingüística (hay 22 lenguas oficiales o catalogadas, de acuerdo a la Constitución, aunque dos predominan, el hindi y el inglés, en un contexto étnico y cultural en que habitan 447 lenguas), la densidad poblacional (más de 1,400 millones de habitantes, casi el 18% de la población mundial), la multiculturalidad, la pluralidad de creencias y prácticas espirituales (hinduismo, budismo, sijismo y yainismo, además del islamismo, judaísmo y cristianismo, entre otras), la riqueza gastronómica, arquitectónica sagrada, musical y el colorido del arte popular, la artesanía y otras manifestaciones. En términos del tráfico cotidiano, allí funciona, con una precisión de reloj suizo, la teoría del caos. India, país de enorme extensión es, asimismo, enormemente atractivo en su diversidad identitaria, su historia, su madurez democrática y su constante desarrollo socioeconómico, aun frente al desafío de la pobreza, los remanentes del colonialismo y la globalización deshumanizada.

¿Es conocida allí la cultura dominicana en general, y la poesía en particular?

JM: No podría juzgar categóricamente. Pero, asumo que, más allá de los intercambios económicos, políticos y culturales llevados a cabo a través de las legaciones diplomáticas, no será mucho más lo que de nuestro país, cultura o literatura allí se conozca. Sin embargo, es interesante la cantidad de excepcionales hispanistas que allí se forman y que se interesan por la literatura en lengua española. Creo que eventos como el organizado por el India International Centre (IIC) contribuyen a superar las barreras y el desconocimiento. Además, nuestro embajador David Puig es un intelectual, además de experimentado diplomático, cuya labor contribuirá a un mayor acercamiento e intercambio económico, sociopolítico y cultural entre India y nuestro país.

¿En qué otras actividades participaron en aquel país y qué provincias recorrió?

JM: Además de mi ponencia en la Conferencia Internacional, que versó acerca de la relación dialógica entre la poesía y la novela hispanoamericanas, y especialmente del Caribe hispánico, a través de movimientos como el realismo mágico, el boom, lo real maravilloso y la poesía de la negritud, fui invitado por segunda vez (la primera fue virtual, en razón de la pandemia) por el Instituto Cervantes de Nueva Delhi, para llevar a cabo una lectura de mi poesía y un conversatorio acerca de mi concepto de este arte de la palabra, guiado por el destacado poeta indio Subhro Bandopadhyay. No tuve mucho tiempo para recorrer aquel inmenso territorio. Además de Nueva Delhi, solo pudimos, mi esposa Soraya y yo, en compañía de Dhara, empático chofer indio de la embajada dominicana, llegar hasta la ciudad de Agra, donde se edificó la emblemática tumba musulmana del Taj Mahal, y cerca de allí, visitamos la ciudad perdida de Fatehpur Sikri, construida con piedras rojas como capital del imperio Mughal, entre 1571 y 1585.

¿Pudiera referir cualquier otro dato de interés de su visita actual a la India?

JM: Quisiera destacar el talante hospitalario de la población india. Además, pese al difícil reto que representa luchar contra la pobreza y las condiciones rurales para lograr alfabetizar a toda su población, la gente, en general, se comporta de forma educada, afable, solidaria. El movimiento en las calles refleja la laboriosidad de su gente y sus deseos de progresar. Debo considerar esa primera visita a la India como un interesante, pero, al mismo tiempo, simple atisbo de un país al que habría que dedicar tiempo y recorrer muchísimo espacio para poder aquilatar y conocer como se merece.

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