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Las aventuras del doctor Alquitrán

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Homero PumarolSanto Domingo, RD

Montados en el peñón con ruedas por fin limpio, acaparando toda la energía necesaria de dónde se pudiera, de dónde fuera posible, arrancábamos el día con fallas de nuestro querido voiture.

Vandalis: -Con su respeto Dr Alquitrán, pero ¿no le parece que encaminarnos a Baní tras unas lenguitas de dulce de leche es demasiado proceder de nuestra parte? A fin de cuentas, somos…

Dr Alquitrán: -¡¡Dos eméritos investigadores, Vandalis!!

El voiture no paraba de cancanear, lo que hacía su interior más caluroso y todo más denso. Otro cancaneo. La anciedad respiraba por nosotros.

Vandalis: -Correctísimo, pero tomar la carretera del Sur en agosto en esta situación es demasiado, hasta el peñón con ruedas está protestando, no por otra cosa no quiere encender.

Justo en aquel instante, con ese ruido que imita tan bien la explosión de varios montantes y golpes de cacerolas, prendió el peñón con ruedas.

Dr Alquitrán: -No digas más sandeces Vandalis e imita al querido y sabio voiture. Eso si, te detienes donde Mr Moronta.

—————————

Acomodando en la bandeja del peso de su colmado el derrengado cocote de un pollo frío ya y desplumado, nos recibió Mr Moronta.

Mr Moronta: - ¿Qué se le perdió a ese par?

Dr Alquitrán: -Venimos a saldar.

Mr Moronta: - ¡Hoy llueve hielo! Mariana, juuuuye y trae de una vez la mascota de los fiaos y brinda dos lenguitas de las nuevas a este par de bacanos.

Dos muy finas masas color crema en forma de rombos y del tamaño de los puñitos de un recién nacido, nos sirvió Mariana, la bigotona asistente de Mr Moronta- sobre un papel de funda, en el mostrador.

Mr Moronta: -Son lo último esos dulcitos.

A mi lado, el Dr Alquitrán no ponía atención a Mr Moronta, pero al probar el pequeño dulce, dio un salto de canguro mientras me gritaba: -No sólo saben a gloria, son la gloria. Vandalis, cancela el viaje a Baní, nuestro sabio voiture ya sospechaba algo, por eso no quería arrancar y este sabroso dulce ha resuelto nuestro caso.

Casualidad, destino, buenísima suerte o sabiduría, pero una serie de hechos no muy claros aún, nos había puesto en movimiento y una serie de reacciones sabias o no, pero muy fortuitas y afortunadas, nos daba las respuestas a todo.

Dr Alquitrán: -Por último, llama de una vez a Madamoiselle Lanuí y cítala para la próxima semana.

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