Código desconocido (Segunda parte y final)
En este film, Michael Haneke (también dramaturgo) mantiene abiertas las dos vías ideológicas de su discurso narrativo: por una parte el análisis casi sociológico de la violencia en entornos aparentemente inofensivos (familia, amigos, vecinos, etc…) y, por otra, la experimentación continua sobre el lenguaje cinematográfico y sus múltiples posibilidades. En este sentido, el director transforma la pantalla en un campo de experimentación donde lo visual parte de un impecable guión que apunta y abre caminos a todos los elementos de la puesta en escena. Un guion capaz de enlazar historias disímiles. El espectador descubre que no se encuentra frente a un proyecto disgregante, sino atractivo (y turbio).
Su carácter de obra coral es puro virtuosismo. Se logra debido al protagonismo de un grupo de personajes unidos por el azar y los desencuentros y cuyas historias adquieren sentido por sí mismas.
La denuncia social y la magnitud del discurso fílmico se enriquecen por el uso de recursos como el silencio, la banda sonora (los ruidos externos y la música provocativa sabe crear tensión con ribetes de esteticismo traumático), la fotografía (despiadadamente hermosa), la ambientación (que parece nacer de una pintura de Van Gogh) y de un elenco que logra resultados muy equilibrados, encabezado por una Juliette Binoche capaz de transmitir, a través de interrogantes y silencios, las pesadumbres y bostezos que la vida pone en su camino.
“Código desconcodio” es otro juego más. Un juego demasiado cercano a la trasgresión sentimental. Un cine dentro del cine que saca a relucir nuestros propios fantasmas. Porque, a fin de cuentas, Haneke quiere que seamos culpables de nuestra propia tragedia.
Ficha Técnica
Año: 2000. Duración: 107 min.
País: Francia. Dirección y guion: Michael Haneke. Reparto: Juliette Binoche, Thierry Neuvic, Josef Bierbichler, Ona Lu Yenke y Luminita Gheorghiu. Sinopsis: En un bulevard de París, un joven tira un papel arrugado a las manos extendidas de una mendiga. Este suceso es el pretexto para unir a un grupo personajes que tienen en común estar siendo humillados, por diferentes vías o sucesos.