Una carta reveladora
La primera vez que tuve noticias de un drama escrito por Francisco Gregorio Billini fue en mis tiempos de profesor de Lengua Española y Literatura en Bachillerato, leyendo la “Reseña histórica de Baní”, la interesante obra de Joaquín Sergio Incháustegui. Refiere este autor que se trata de un drama romántico que llegó a ser publicado, y que Billini formaba parte de un grupo de aficionados que realizaban representaciones en un lugar de Baní llamado El Barracón. Integraban dicho grupo, además, Melchor Cabral, Hipólito Billini, Manuel María Saldaña, Julio Herrera, Arístides Victoria, Selmira Lara, Elvira Baher, Fabio Herrera, Dolores y Belén Miniño, entre otros.
Luego volví a leer alguna información sobre la referida obra en el número 105 del “Boletín Oficial”, del 7 de septiembre de 1867, donde se publicaba una nota dando la noticia de que ya estaba en prensa “Una flor del Ozama”, primera pieza teatral de Billini. Pero esa edición no se materializó; y la pieza sigue inédita hasta hoy.
Durante largos años, en mis investigaciones en diferentes fuentes continué recogiendo notas sobre la vida y la obra de Francisco G. Billini, las cuales incluían, por supuesto, a “Una flor del Ozama”, obra que motiva este artículo. Las versiones más socorridas señalaban que el autor la dejó inconclusa, que su fecha de escritura databa de 1854 (algo imposible, pues Billini había nacido en 1844) y tenía como personaje principal a Manuel Rodríguez Objío.
Ahora, con la prueba en la mano, la cosa se aclara, gracias al testimonio del propio autor, en una carta, manuscrita y sin fecha, dirigida a Maximiliano C. Grullón que localicé entre los papeles de Billini conservados en el Museo Histórico de Baní, y que aborda el tema. Lo primero que comprobamos es que el texto no quedó inconcluso y que el tema “fue sacado de la historia de una joven dominicana”. Uno de los principales personajes es “un conde” que llegó a la ciudad de Santo Domingo en 1845 y con este “fue que pasó el suceso de la protagonista del drama”.
También sabemos por dicha misiva que “Una flor del Ozama” fue escrita durante la época de la Anexión de la República Dominicana a España.
El texto íntegro de la carta lo reproduzco a continuación:
Señor don Maximiliano Grullón Ciudad.
Estimado amigo: Ya que tanto se empeña usted en perder su tiempo queriendo leer alguno de los dramas que escribí, ahí le mando el titulado “Una flor del Ozama”. Pero, permítame advertirle, que el argumento de este drama fue sacado de la historia de una joven dominicana. Luego, observe usted que se guardan lo más estrictamente que me fue posible todas las reglas aristótelicas. Así verá usted que jamás dejo la escena reacia, que atiendo al enlace natural y sencillo de todas ellas en todos los actos, y que nunca hago entrar o salir un personaje sin decir el porqué se fueron y por qué vino. Verá usted, así mismo, que la acción dura el tiempo que se gasta en representarla, y que la unidad de lugar tampoco se sacrifica. En cuanto a los caracteres, he tratado de dibujarlos, variarlos y sostenerlos hasta el fin. Entre estos notará usted el tipo del conde, lo hice conde, porque con un conde, o marqués, que vino a esta ciudad el año 45, fue que pasó el caso de la protagonista del drama. Además, fue mi objeto ridiculizar este carácter empleando toda sutileza, porque en la época en que yo escribí el drama, se hallaban los españoles dominando la República. Fue en el tiempo de la Anexión y, en ese entonces, yo quería levantar muy en alto el sentimiento del dominicano y echar por tierra la hidalguía del español.
La doctrina moral, tal vez, no esté bien clara, es decir, tal vez no esté del todo bien desarrollada; pero fue mi objeto probar que muchas veces una virgen que peca es más virtuosa por su mismo pecado; porque el amor es el sentimiento que más ennoblece a la mujer.
En el cura es necesario que usted sepa, que quise retratar el tipo de un tío sacerdote que fue modelo de virtudes, y que nunca tuvo esos escrúpulos exagerados que más bien parecen hipocresía.
Al hacer estas aclaraciones no crea usted que haya sido con el fin de defender mi obra haciéndome la ilusión de que ella tenga algún mérito, no, yo sé que no vale nada –y usted lo verá.
Soy de usted afmo. amigo,
Francisco Gregorio Billini
SEPA MÁS 1- Billini escribió y publicó (Imprenta del Pueblo, Santo Domingo, 1882) otra obra de teatro, titulada “Amor y expiación”, en 3 actos y en verso, la cual fue escenificada en la capital dominicana y en La Vega por un grupo de aficionados, entre 1883 y 1884.
2- El cura que aparece en “Una flor del Ozama” está inspirado en la figura del filántropo y presbítero Francisco Xavier Billini, tío del autor.