Desde la última butaca
El gran maestro
Won Kar Wai vuelve al desamor. Pero está vez como parte de un género de acción: Las artes marciales. Lo hace con lirismo. Acude a una época histórica. No busca acrobacias, sino combates filmados con la poesía del saber.
Vuelve con su fetiche, Tony Leung, quien encarna a Ip Man, el legendario entrenador de Bruce Lee, esta vez en una etapa importante de su vida cuando el camino del exilio fue la alternativa para salvaguardar su legado y su familia. Sabe imponer orgullo y sabiduría.
“El Gran Maestro” aquí es el actor Qingxiang Wang, a quien el director pone en labios frases inspiradoras y lecciones inolvidables como líder justo que, gracias a su diplomacia y respeto, ha aprendido los secretos de las dos escuelas principales de kung-fu en la China de entonces, la del Norte y la del Sur.
El maestro llega al distrito de Foshan, junto con su hija, Gong Er (Zhang Ziyi).
La protagonista es conocida en el cine: Acompañó a Won Kar Wai en “2046” y a otros directores en “Historias de una geisha”, “La casa de las espadas voladoras” o “El Tigre y el Dragón”.
La actriz recrea la voluntad de su padre. Aprende a forjar su carácter y destreza profesionales, así como su rechazo al sentimiento que siente por Ip Man.
Para su papel, Tony Leung entrenó Kung Fu cuatro horas diarias, durante varios meses.
Como género de las artes marciales, la cinta no olvida sangre, golpes y patadas. Pero junto con ellas aparece un trabajo de edición envidiable, una cinematografía perfecta, una reconstrucción epocal como pocas: La banda sonora sabe transportar en tiempo y espacio.
El anuncio de esta producción se originó en 2003, pero su director esperó para su estreno diez años después.
Ficha técnica: País: Hong Kong-República Popular China. Año: 2013, Dirección y guion: Won Kar Wai. Duración: 120 minutos. Reparto: Tony Leung, Ziyi Zhang, Chen Chang y Woo-Ping Yuen. Sinopsis: En la década de los años 30 del siglo XX, Ip Man intenta la existencia pacífica a pesar de los conflictos bélicos mundiales.