Una osezna negra formosana

En julio de 2019, una pequeña osezna negra formosana irrumpió en una aldea en Taitung y fue atacada por perros.

Los aldeanos la rescataron y la bautizaron Mulas durante un ritual bunun. Tras recuperarse de sus heridas en un centro de conservación, Mulas fue liberada en mayo de 2020, pero antes de ello, la Oficina Forestal del Distrito de Taitung le puso un collar con GPS, a fin de seguir sus pasos en las montañas.

Han pasado 11 meses desde que Mulas (que se aprecia en la foto adjunta) fue devuelta a la naturaleza, y desde entonces, se han registrado sus recorridos en los bosques de las montañas de Taiwan, vigilada a lo lejos por las autoridades forestales, quienes emplean la tecnología para saber cómo y dónde está. (Foto cortesía de la Oficina Forestal del Distrito de Taitung, vía CNA)