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El maravilloso viaje del puercoespín, de Óscar Limache

Hoy tenemos un poeta peruano: Oscar Limache con su libro Viaje a la Lengua del PuercoEspín, Linaje Editores S. A de C V. 4ta Edición 2008. Es un libro interesante y alucinante desde la perspectiva de la ciudad y el viaje. Dos generadores fundamentales de esta aventura. Búsqueda de lo que somos dentro de una temporalidad de miradores distintos. El fluir de la misma que, paradójicamente, sigue sin superar el propósito originario de su fundación (La ciudad). El poeta nos sumerge en las aguas del humor y la ironía. De la imagen y, sobre todo, a las reminiscencias culturales e históricas desde una óptica proteica donde surgen voces e intertextualidad. El lector forma parte del itinerario laberíntico de una ciudad a otra, sin importar la época o lo distante. A su vez, evoca una ciudad invisible que consiste en que ella nos habita como un acto fantasmal y, a la vez, persistente en un ahora transitivo.

La ciudad, según Las Sagradas Escrituras, fue fundada por Caín cuando, después de haber asesinado a su hermano Abel, anduvo errante y fue separado del pueblo. (Gn 4:16) Caín se retiró a la tierra de Nod, al oriente del paraíso. Tuvo hijos, entre ellos Henoc.

Dios puso una señal a Caín para que nadie le matase, pero se desconoce en qué consistía la señal.

Caín estaba construyendo una ciudad cuando su mujer dio a luz a Henoc, y la llamó Henoc, como el nombre de su hijo. Es decir, la primera ciudad fue construida por Caín. Obviamente, las ciudades conservarán una de su característica originaria: El Temor. Su fundador fue el primer homicida histórico. Un pecado contra el prójimo. En este caso, su hermano. Entonces, la ciudad se fundamenta en el pecado. El temor será su rostro natural.

Las ciudades son las partes opuesta al huerto, también al mundo rural. Se establecieron como espacio de aglomeraciones de personas y de desarrollo industrial y servicio que, a su vez, evolucionó en su aspecto político. La ciudad es un término polisémico. Una ciudad es un conjunto urbano conformado por una cantidad de edificaciones y complejo sistema viales de población muy numerosa y densa, cuyas principales actividades económicas están asociada a la industria.

Hacer esta digresión es importante. La búsqueda del poeta se diluye en la inmensa masa donde cada quien busca un sentido superior de la existencia o se pierde en la enajenación colectiva. La dominación hoy en día está forjada desde los medios de comunicación.

El segundo aspecto es el viaje. El viaje es un recorrido por las culturas donde se restaura la ciudad invisible. Un viaje por la lengua. En la primera parte, el viaje es un desplazamiento laberíntico por ciudades del mundo. La segunda parte, es por la ciudad originaria: Perú. Sobre todo, es un fenómeno de cierto grado de agudeza analítica para ser notado: El no lugar de la ciudad. Estos lugares son opuestos: El residencial y el Marginado.

MARSELLA

No podíamos salir solas por las noches,

las balas y los maleantes corrían por las veredas

los policías exigían dinero para dejarnos tranquilas

los marineros se reían borrachos y nos decían cosas

cualquiera nos violaba

(Pág. 42)

Es un ejemplo común en cualquier ciudad. La inseguridad, el peligro de nuestros barrios. Hoy es pan de cada día. Ese temor generalizado en el mundo moderno. Lo interesante de este poema que termina, el espacio físico, en el rollo de una película: Contacto en Francia. Quien habla ilustra al lector que el rincón de la derecha en un segundo plano durante breves instantes se ve su casa. Ingeniosa manera de entrar una realidad en otra, pues es ante el filme que se hace el comentario del poema.

NUEVA YORK

Unos se quitan la vida

yo calladamente me trepo en un barco

la ciudad se desliza abrazada por los muelles

desde sus orígenes

sea cual fuere la dirección que tú elijas

las calles te llevaran fatalmente al mar

(Mañana despiértame hacia el alba Ismael

porque es Lima la razón de nuestro viaje)

En este poema se recuerda la novela de Herman Melville: Moby Dick un pasajero de la tripulación del capitán Ahab. Una realidad es, a su vez, inducida a otra realidad ficticia, sin embargo, completa el maravilloso viaje del PuercoEspín. El viaje es motivado por la rutina mohosa de la ciudad. ---Unos se quitan la vida, yo calladamente me trepo en un barco----. Inicia el poema como la novela cuando Ismael repite estas mismas palabras.

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