Ray Bradbury en tres actos

Ray Bradbury es uno de los más reconocidos escritores de ciencia-ficción. Sus cuentos inspiran a escribir por su estilo sencillo y la hondura de sus historias.

Primer acto

Mi experiencia personal al conocer su obra fue determinante en mi formación literaria. Bradbury era “un escritor de ideas”, a pesar de su proyección comercial y premoniciosa. Él se inspiraba de cualquier hecho y lugar.‌ En sus ensayos “Zen en el Arte de Escribir” (1990), él aconseja la ciencia de la creatividad a las nuevas generaciones de autores. En dicho tomo explica su proceso de escritura, el cual consiste en mirar a sus alrededores, y contar la primera idea que se le ocurriera.

Segundo acto

Al igual que Michael Ende, Bradbury concebía sus textos en base a metáforas y preguntas a partir de ideas ajenas, tanto de eran expertos y escritores.

En cierta ocasión declaró, que primero, un escritor novel debe de escribir aproximadamente 52 cuentos cortos en un año, porque “es imposible escribir 52 cuentos malos.”

Y sin embargo, más que una motivación para la iniciación literaria, el cuento todavía sigue siendo una forma imponente de narrativa. A través de reglas como el uso de pocos personajes, y el recurso de narrar un determinado acontecimiento, la creatividad florece, y tenemos la capacidad de explorar nuestro subconsciente más de lo que somos capaces de imaginar.

Tercer acto

Bradbury, al igual que Guillermo del Toro, es uno de los firmes creyentes de que la emoción va por encima de la razón. Creo que la emoción es lo que nos hace seres vivos en primer lugar, aunque a veces chocan con la ideología de la racionalización de Pressfield.

De hecho, Bradbury tenía en su máquina de escribir una calcomanía que decía “No pienses”:‌ lo que significa que tu escritura debe de ser lo más imaginativa posible, que tu escritura debe de ser guiada por las imágenes, y al mismo tiempo, ser guiada por la ingeniosidad del autor.