Goyito Billini: el inolvidable Presidente banilejo

Nacido en Santo Domingo, Francisco Gregorio Billini llevó en su corazón la estirpe de las dunas de Salinas.

Su familia fue una de las más sagradas instituciones de servicio y de entrega a la defensa de los intereses de la tierra que vio nacer a Máximo Gómez.

No fue militar, ni héroe internacionalista como su compueblano, pero su legado a la historia del país merece también un sitial de importancia.

Su paso por la presidencia de la República constituye un legado de honestidad, pulcritud y transparencia administrativa, con independencia de su eficacia como estadista. Billini renunció a la presidencia de la República en mayo de 1885 porque el expresidente Ulises Hereaux (Lilís) le hizo la vida imposible con el objetivo de maniobrar y quedarse con el poder en 1886 por medio de un gran fraude electoral.

El Archivo General de la Nación decidió apoyar la publicación, en 4 tomos, de un amplio trabajo de rescate de su papelería fruto de la investigación que por muchos años llevara a cabo el editor Andrés Blanco Díaz, con el objetivo de difundir su pensamiento y su accionar por la vida pública del país. En una primera entrega, la institución que dirige el historiador Roberto Cassá ha difundido los 4 primeros tomos bajo el título general de Francisco Gregorio Billini, “Más que un eco de la opinión”, haciendo franca referencia al periódico de la época desde el cual el aludido mandatario publicó sus aportes y reflexiones.

En estos cuatro tomos se incluyeron también escritos y ensayos publicados por el autor en otros medios de difusión de su época.

Dentro de los materiales reunidos por Blanco se encuentra la mayor parte de su famoso ensayo “Hábeas Corpus”, publicado por entregas en el mencionado periódico de Santo Domingo.

Estos 4 tomos de la obra del expresidente Francisco Gregorio Billini se encuentran a disposición de los investigadores, estudiosos e historiadores en la sede del Archivo General de la Nación.

Un presidente honrado La leyenda de Billini está llena de episodios de dignidad personal, de honradez, y de amor a su pueblo.

Una anécdota refiere que en mayo de 1885, luego de presentar su renuncia al cargo de Presidente de la República, fue donde el Arzobispo Meriño para pedirle, en calidad de préstamo, una pequeña suma de dinero para cumplir urgentes compromisos personales.

Asombrado, el también expresidente de la República no podía creer que un hombre de su rango, anduviera en busca de unos pesos para sobrevivir al día siguiente de su salida del poder.

Otras pruebas de su honradez de podrán verse cuando el editor de los 4 tomos que se ponen a circular hoy, termine de organizar la papelería inédita que ha acumulado en sus años de investigación dentro de diversas fuentes documentales, principalmente en el Archivo General de la Nación y en el Museo Histórico de Baní.

Una muestra de ello serán las pequeñas notas de solicitud de crédito que Billini hacía regularmente a sus acreedores de confianza (Roberto Boscowitz, Bartolomé Ferreccio y Manuel M. Mendoza), para hacer donativos personales sin necesidad de recurrir al erario público.

José Miguel Germán: sus palabras “Este hombre instruido, de pensamiento profundo, buscador de soluciones prácticas para los problemas nacionales, supo tomar el fusil redentor cuando la patria se vio en peligro y apenas contando con 19 años” “Tremendo patriota era Francisco Gregorio Billini, de pensamiento y acción- Solo el aporte, las enseñanzas que deja en estos escritos es suficiente para que Baní lo tenga como uno de sus más grandes hijos, escritos que ahora conservaremos para la posteridad gracias al tesón y al trabajo de Andrés Blanco Díaz” “Qué honor caminar por la tierra de Francisco Gregorio Billini, qué honor estudiar en un liceo que lleva su nombre, cuánto nos debe estimular saber que nacimos en la tierra de sus amores”.

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