Un hasta siempre a Colombina Bucarelly

Las maestras de hoy aspiran a ser como ella. Y también como sus otras hermanas. Maestras exitosas todas. Consagradas a enseñar dentro y fuera de las aulas. Las hermanas Bucarelly no solo forjaron varias generaciones de hombres y mujeres que hoy son gentes de bien. También hicieron de ellos profesionales exitosos y emprendedores que aportan a Baní y a la República Dominicana sus mejores esfuerzos e ideas.

Hoy se ha marchado la última de ellas, Colombina Bucarelly, forjadora de principios éticos y académicos. Baní está de luto porque con ella se va también una vida entregada al servicio público, sin pedir nada a cambio.

Fue una mujer sencilla, humilde, inteligente y consagrada a la tarea de enseñar. Su mayor felicidad era su presencia física en las aulas y su contribución a enriquecer los horizontes cognoscitivos de sus alumnos.

Nunca alzó la voz. Siempre sonriente, sabía cómo captar la atención de sus educandos, cómo llegar a sus mentes, cómo ser a la par de maestra, amiga solidaria y compañera de sabiduría.

Baní entero está de luto, como debe estar de luto también todo el sistema educativo nacional. Sin embargo, su legado no ha sido olvidado, ni podrá pasar a un segundo plano en estos nuevos tiempos.

Ella será siempre será el motor que inspirará a las nuevas generaciones de docente a dar lo mejor de sí a cada instante en pos de la educación nacional.

Bienvenida seas, Colombina Bucarelly, al altar donde reposan los banilejos inmortales. Mucho se tendrá que aprender de tus lecciones imborrables.