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CASAS DEL ARTE NACIONAL

Centro León: Verdadero museo y centro cultural

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Nathalia Romero y Carmen GuzmánSanto Domingo

Cuando se habla de cultura, es obligatorio hacer mención del Centro León. Sus iniciativas trascienden el territorio nacional y ya tienen fama mundial.

Desde su creación hace quince años, su misión ha sido “fomentar la creativid ad, el respeto a las identidades y el mejoramiento de la habitabilidad a través de la educación, la promoción y la difusión de la cultura, para así contribuir a la conformación de una sociedad más sensible, más consciente y más participativa”, según su gerente de Proyectos Culturales, Luis Felipe Rodríguez.

La importancia de las exposiciones En declaraciones para Listín Diario, Rodríguez expresa que la política cultural del Centro se basa en una concepción de la cultura que no solo se refiere a productos y a actividades, sino también a procesos que conllevan transmisión de valores y otras relaciones sociales para colaborar con el desarrollo del país, dando prioridad a la comunicación con los distintos públicos: artistas, estudiantes y docentes, investigadores, grupos comunitarios y público en general.

Entre las ofertas culturales que ofrece la institución, tiene un espacio prioritario los proyectos expositivos.

“El programa de exposiciones del museo se planifica con dos o más años de antelación y habitualmente las exposiciones son el resultado de propuestas generadas desde el estudio de la colección institucional, de colaboraciones con otras instituciones o propuestas directas de los artistas”, puntualiza.

El gerente también señala el valor que tienen las exposiciones temporales en el Centro.

“Las exposiciones temporales del patrimonio cultural de la institución, es decir, sus colecciones, constituyen un imprescindible recurso para su puesta en valor, pero también para mantener atractiva la oferta cultural de la institución ya que son un efectivo mecanismo dinamizador de la programación y un resorte de activación de la relación con los públicos. De hecho, las exposiciones temporales pueden considerarse como ejes fundamentales de la programación, determinando la mayor parte de las actividades de la institución”, subraya.

Un centro con estándares de calidad El gestor cultural destaca lo importante que es para el Centro León estar dentro de los criterios de calidad en los manejos internacionales de conservación de obras.

“Respetamos los estándares en cuanto a las medidas de seguridad, protección, almacenamiento, catalogación, prevención de riesgos, temperatura, humedad, iluminación, puesta en valor. Los espacios del Centro León, tienen parámetros climáticos controlados y monitoreados permanentemente; el personal técnico somete a examen la condición de cada una de las obras, piezas arqueológicas y objetos culturales que conforman la colección. Estas están rigurosamente registradas y organizadas en el Depósito de Bienes Culturales. Cuando se trata de una exposición itinerante, que con cierta frecuencia pueden estar en un espacio ‘no convencional’ se hace un reporte previo sobre el tipo de estructura, condiciones del edificio, temperatura, humedad, e intensidad de las luces en el espacio que acogerá la exposición” afirma.

Innovación Rodríguez explica que la oferta cultural del Centro León se articula en torno a los públicos y los tres ejes temáticos de interés: creatividad, identidades y habitabilidad, junto a los recursos que sus las colecciones ofrecen.

“La concepción del programa toma en cuenta demandas y necesidades culturales de los públicos y comunidades a partir de estudios del mercado cultural y, sobre todo, del diálogo permanente con todos los actores involucrados. En esta programación se consideran sugerencias y propuestas que, con mucha frecuencia, llegan como colaboraciones desde otras instituciones afines. De esta manera, se promueven los intercambios apoyando procesos de educación, animación y fortalecimiento del desarrollo de la creatividad a través de actividades que propician la reflexión el intercambio de ideas, algunas con carácter lúdico y recreativo; pero todas con el común denominador del componente educativo-formativo”.

Retos “Estamos ante una generación que vive en y para la tecnología, que ha crecido en un mundo virtual caracterizado por la comunicación digital: internet, telefonía móvil y redes sociales. Para esa generación, armonizar el entretenimiento con cualquier otra actividad es muy importante, lo que obliga a una institución cultural a replantearse cómo concebir sus maneras de hacer y sobre todo de comunicarlas”, puntualiza.

“Ya no solo se trata de dialogar con un público presencial, ahora hay otro público virtual que es importante atraer y mantener vinculado, lo que ha hecho necesario la introducción y uso de plataformas las digitales”.

Rodríguez agrega que como institución inclusiva evita los proselitismos de cualquier tipo, lo que no excluye es el abordaje de temas que son esenciales, como la exposición e investigación de las identidades culturales, el patrimonio material e intangible, la accesibilidad y difusión de la información y producción cultural, la creatividad artística en contextos participativos, el estudio de las relaciones entre cultura y hábitat y la contribución al desarrollo de capacidades de gestión e innovación para potenciar la cultura como un factor de desarrollo. En gran medida, esos temas contribuyen a la formación ciudadana y son los ciudadanos los que deciden la política.

Una labor que trasciende El gestor cultural afirma que el museo responde a los principios de la nueva museología, “el Centro León se involucra de forma activa a la comunidad, creando espacios de interacción más allá de las paredes del edificio”. Para ello, explica, se ejecutan programas y proyectos fundamentados que asumen que la manera de trasmitir conocimientos no solo se da desde el aprendizaje tradicional (educación formal), sino también a través del diálogo, y la reflexión desde y hacia la comunidad; desde prácticas significativas que propicien experiencias vivenciales que les permita a los participantes la construcción de nuevas formas de abordaje del conocimiento (educación no formal). Entre estos programas educativos se destacan Ciudad Reciclada, de contenido medioambiental y construcción de ciudadanía responsable, realizado en alianza con instituciones amigas, como la Fundación Propagas; Aulas Creativas, que pretende acercar el arte y la cultura dominicana-caribeña a las escuelas del país, a la vez que convierte el salón de clase en espacio de aprendizaje creativo. Solo con estos dos programas se han trabajado directamente con casi cien escuelas distribuidas en la geografía del país, no solo en Santiago de los Caballeros.

El ego Una de las líneas programáticas es cero protagonismos. ¿Choca el ego natural de muchos artistas con esa línea? Según Rodríguez, no “choca”. “Una cosa es la intención del Centro León de formar parte de un conjunto de actores institucionales que trabajan por la cultura nacional sin protagonismo, y otra es reconocer el hecho de que los artistas son los actores protagónicos de la creación artística. De manera que no hay nada que objetar en el hecho de que los artistas manifiesten su ego. Hacerlo le permite al artista tener la confianza necesaria para saber qué hacer y, sobre todo, mostrar lo que se hace. El ego del artista se manifiesta en cualquier disciplina artística y resulta ser un elemento que se encuentra inmerso en el proceso creativo”.

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