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Conspiración Kubrick

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Ángel Alonso DolzGijón, Asturias

“Sospecha de la gente que tiene o desea poder (…) Nunca te acerques al poder, no te hagas amigo de las personas con verdadero poder. Es peligroso”

Stanley Kubrick

Vivimos en la era de Internet y a la vez, en el paraíso de las leyendas urbanas y las conspiraciones; si echamos la vista hacia atrás por la historia del cine de finales del pasado siglo, salta a la vista una figura trascendental que por su genio y comportamiento reservado dió pabilo a muy diversas elucubraciones y por supuesto ese no es otro que Stanley Kubrick.

Fue en el año 1968 cuando este cineasta estadounidense entraba de lleno en el rodaje de uno de sus filmes antológicos: "2001, una odisea del espacio". Puede suponerse que el año reflejado en el título haya sido escogido al azar, pero para algunos conspiranóicos fue más bien una premonición:

En el 2001 sucedieron los ataques a las torres del WTC en Nueva York, un hecho de tal magnitud, que marcó un hito -un antes y un después- en el devenir de la sociedad contemporánea a nivel internacional.

Hay pleno consenso en cuanto a que "2001..." es una de las cintas más extraordinarias de la historia del cine, un clásico que a pesar de los años no pierde su vitalidad; sin embargo, su realizador dejó de existir físicamente en 1999 mientras finalizaba lo que consideró podría ser la verdadera obra maestra de su carrera: "Eyes Wide Shut" (Ojos bien cerrados), capaz de superar a todo lo que había creado antes.

Los toques finales en la edición de "Eyes Wide Shut" fueron realizados en los estudios de la Warner Bros, y según se comenta en algunos círculos, fueron alterados determinados aspectos del filme concebidos por Kubrick, en los que el director pretendía dejar al descubierto la existencia en la vida real de credos sometidos a líderes, a poderes que no están interesados por manifestarse en público ante el mundo.

En el filme se organiza una fiesta a la que solo pueden asistir quienes hayan sido invitados mediante una tarjeta, una invitación cuyo texto había que leerlo frente a un espejo por haber sido escrito al revés, al más auténtico estilo satánico. La cita es en un espacio donde predomina el color rojo, y los participantes visten un atuendo surrealista, inspirado en una gala privada ofrecida en el año 1972 por la baronesa Marie-Hélène de Rothschild -apellido recurrente para los conspiranóicos, que identifican a esa familia con una sociedad secreta- en la mansión Château de Ferrières, uno de los fastuosos palacetes de los Rothschild.

Como es bastante común tratándose de festejos en un contexto de la alta sociedad, se tomaron fotos que luego se filtraron y sin dudas, fueron la inspiración para Kubrick en cuanto a representar las escenas orgiásticas de esa, su última película.

Pero no fue en esa locación donde Kubrick filmó "Eyes Wide Shut", sino en otra que había sido propiedad de esa familia, Mentmore Towers, una edificación construida a mediados del Siglo XIX en el condado de Buckinghamshire, Inglaterra; admirable por su elegante arquitectura, fue vendida en 1977 a Maharishi Mahesh Yogi, gurú religioso de la India fundador del Movimiento de la Meditación Trascendental, un detalle este que no deja de ser interesante por la posible relación esotérica entre esa disciplina espiritual y el argumento de la cinta.

La filmografía de este realizador revela su interés por denunciar el lado oscuro de un sector de la jet set y algunos gobiernos, algo evidente en su película "La Naranja Mecánica" (1971), cuyo argumento -a partir de una novela del escritor británico Anthony Burgess- sugiere que Washington dedica buenos presupuestos a investigar y experimentar el control de la mente en las personas.

"Eyes Wide Shut" refleja desde el punto de vista de la ficción los rasgos más oscuros de una élite que no lo es solo por las riquezas que posee, sino además, por sus atributos de sometimiento a las oscuras fuerzas del mal, de tal modo que sobrepasando todos los límites, deja a la vista el fenómeno de la explotación infantil que se encubre entre telones en la esfera del cine estadounidense.

¿Qué pretendía revelar el realizador...? ¿Qué secreta organización tenía en su mente Stanley Kubrick...?

Según algunos que han seguido la trayectoria cinematográfica de este director, pudo intentar poner las cartas sobre la mesa para denunciar que la sociedad mundial está sometida al dominio en las sombras de la masonería, de los Illuminati, incluso del famoso Grupo Bilderberg... pero también se incluye a la Cienciología, donde Tom Cruise -protagonista de su último filme- ha sido una figura relevante.

Siguiendo los criterios conspiranóicos, Vivian, una de las hijas de Kubrick, rompió nexos con sus padres tras ser captada por ese culto de nuevo cuño, un detalle que podría haber decidido al cineasta a denunciar los tejemanejes de dicha doctrina, pero resulta ser que la chica entró en la Cienciología estando avanzado el rodaje de la película, con lo cual los conflictos con ella no fueron una razón que se justificara en el guión, escrito mucho antes.

También está demostrado que Kubrick no dejó de tener alguna relación con su hija, ya que había contactado con ella e insistido en que diseñara la banda sonora de "Eyes Wide Shut", pero ella declinó el ofrecimiento.

Stanley Kubrick vivió sus últimos años cuidándose hasta de su sombra; el miedo lo devoraba; se ha especulado en cuanto a si rodó en un estudio la llegada del hombre a la Luna por encargo de la NASA, versión que algunos fundamentan en el hecho de que poco después de la difusión de esa filmación, con temor a que "alguien" intentara eliminarlo como principal testigo del fraude, abandonó Estados Unidos - ¿Huyó...?- para radicarse en Gran Bretaña, de donde no regresaría más.

Después del deceso de su padre, fue Vivian Kubrick quien a través de las redes sociales más ha intervenido para quitarle fuelle a esa teoría de la conspiración, en la cual se pretende revelar que Kubrick filmó la llegada del hombre a la Luna cuando, en verdad, el realizador jamás lo había hecho.

Para muchos al final del destacado cineasta no fue la percepción de una amenaza demoníaca, como se desliza en "El Resplandor" (1980), lo que se cernía sobre Kubrick pudo haber sido un peligro menos espiritual, ese que para los escépticos le arrebató la vida con un asesinato premeditado.

El director no llegó vivo al estreno de "Eyes Wide Shut", película que sin dudas fue un torpedo bajo la línea de flotación de ciertos grupos selectos; no por gusto tuvo la certeza de que la muerte le acechaba cada vez más cerca, y por ello comentó a Nicole Kidman -coprotagonista con Tom Cruise del filme- una frase espeluznante: "Nos van a envenenar a todos tan rápidamente, que no nos dará tiempo ni a estornudar”. Su muerte súbita él mismo la había profetizado, y no es un secreto que existen maneras de provocar un infarto del miocardio sin dejar rastros...

Tan dura resultó esta cinta repleta de simbolismos, con tantas alusiones a la maldad organizada, que fue objeto de censura hasta el extremo de prepararse una versión "light" para consumo interno en EEUU., y otra menos mojigata para exportación. La verdad objetiva en cuanto a los miedos de Kubrick, su obsesión con las fuerzas del mal y los poderes terrenales que podrían estar sometiendo a la humanidad, su exilio voluntario y la aparente premonición de su muerte, permanecerá en los agujeros del misterio sin que algún día se revele una respuesta.

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