Arawak: Galería y también Centro Cultural

Para los años 80 La Ciudad Colonial era el punto turístico más importante de Santo Domingo. Allí se agrupaban todas las modalidades culturales del país. Pintores, escritores, artesanos, vestimentas y pequeños detalles que representaban la identidad dominicana eran referencias de las que un turista no podía prescindir.

Mildred Canahuate supo aprovechar este momento. Oriunda de Puerto Plata, llego a la capital con la visión de incrementar sus ingresos económicos y a la vez crecer intelectualmente. Pero no vino con las manos peladas. Había iniciado una pequeña tienda de regalos allá en su localidad y al trasladarse, la trajo consigo.

La tienda de regalos Arawak comercializaba bisuterías a los turistas. Esta tienda quedaba al lado de una cafetería donde cada día se reunían importantes artistas para tertuliar.

“Como estaba justo al lado, cada vez que yo iba a la cafetería ellos me veían y se dieron cuenta de que era nueva en el lugar. Al acercárseme y preguntarme quién era yo y qué hacía, les conté de mi negocio, la tienda de regalos”, manifiesta Canahuate.

La visión de aquellos tertulios era expandir el arte, y al escuchar a lo que se dedicaba Mildred, le proponen que cuelgue en las paredes de su tienda varias obras de ellos, pues como el lugar era muy concurrido por turistas, se podían llevar también una obra.

Estos fueron los tímidos comienzos de lo que hoy es la Galería de Arte Arawak.

Presentación de artistas A medida que iban llegando nuevas obras, el pequeño local se llenaba de turistas y de otras personas interesadas en las artes. Ante aquella realidad, Canahuate comienza un programa de visitas a los talleres de los artistas con el fin de seleccionar las obras que serian colgadas, así como organizar lo que fueron las primeras presentaciones de la galería.

“Al visitarlos fui conociendo como ellos vivían, cuáles eran sus diferentes técnicas; esos fueron mis primeros conocimientos sobre las artes. Pero el detonante fue que para esa época venia muchos venezolanos y gastaban mucho en los cuadros por lo cual se vendieron todas las primeras obras, asi que yo entendía que podía dedicarme a eso de comercializar las artes”, explica.

La falta de espacio para realizar exposiciones de buena calidad artística no le impidieron compartir el conocimiento que ya había adquirido de mano de los pintores. Es así que una vez reunida con ellos, deciden presentar una exposición abierta en el parque Colon.

Aquí ella solo les pedía que pintaran en vivo a los 25 artistas que participaban, de forma tal que todas las personas que pasaran por el parque apreciaran el trabajo que ellos realizaban. En esta exposición se presentaron alrededor de 60 obras, cada una colocada junto a su autor, a la vez que este iba pintando delante del espectador.

“La idea era que las personas compartieran con el artista, conocieran su técnica y compartieran estos creadores”, puntualiza.

Después de esta iniciativa. Canahuate decide dejar de lado la tienda de regalos y abrir la Galería de Arte, pero con el mismo nombre de la tienda, Arawak.

Exposiciones. El primer paso fue buscar un local más amplio para tener oficialmente su propio espacio y colocar las obras de los pintores criollos. Una casa ubicada en el sector de Gascue le sirvió como hogar para la realización de las próximas exposiciones.

Iván Tovar, Guillo Perez, Ramón Oviedo, formaron parte de la primera presentación de pinturas realizadas bajo el nombre de la galería.

Los artistas y las exposiciones le sirvieron como medio de propaganda para dar a conocer su espacio. Gracias a esto solo ha tenido que seguir ofreciendo obras de calidad para que las personas sigan tocando sus puertas.

(+) CARACTERÍSTICAS DE LA GALERÍA Su mayor empeño ha sido la calidad. Con el paso de los años ha tratado de mantener esta consigna. Sin embargo, ya no se limita a solo realizar exposiciones, sino que ha creado todo un programa didáctico en busca de un encuentro más profundo con las artes.

“Se preparan talleres, diálogos, visitas de los artistas. Esto ayuda a que cada persona que acude a las exposiciones tenga un acercamiento con el arte de manera que no es solo vender”, resalta la galerista.

Indica, además, que el fin de una galería debe ser crear conciencia de la importancia del arte en su vida de las personas y como ese arte es capaz de transformar a aquellos que adquieren una obra, pues esta siempre transmite sentimientos de paz, y si se tiene la oportunidad de conocer al artista, que es para lo que trabaja la galería, la conexión es más profunda.