Literatura infantil
La nueva historieta de Huchi Lora

Tito le pregunta a su profesora por qué al corsario Francis Drake también se le llama “caballero”. Su profesora le pone como tarea para el siguiente día averiguar por qué se le asigna esa doble nomenclatura a tan controversial personaje. A la salida de clases, el niño comenta con su compañera Lizzie la interrogante y le propone esa tarde hacer juntos la tarea. Ya reunidos, ambos comienzan a investigar y entre otras publicaciones, encuentran el libro “Guerra Anglo-Española y la piratería en el Caribe”, de la editorial Cronos.
Mientras se adentran en la lectura, el libro de pronto salta de sus manos , sale por la ventana, y de su interior sale una máquina del tiempo y de ella la imagen de un ser con copiosa barba y bigotes que dice llamarse el cerebro de la nave. La aparición los invita a entrar y una vez instalados, Tito elige viajar a la ciudad de Santo Domingo el 10 de enero de 1586, momentos antes de la invasión al país del famoso corsario.
Antes partir, la aparición les advierte tres requisitos a los niños. El primero, el tiempo no avanzará para ellos, y al regresar al presente, apenas habrá transcurrido un segundo. El otro, si pierden la vida en ese tiempo, difuntos se quedan. Y la tercera advertencia se relaciona con el regreso: nunca deberán perder libro porque entonces quedarán atrapados en ese tiempo para siempre. El retorno solo se garantiza al oprimir el logo de la Editora “Cronos” para que este se convierta en nave y así puedan volver.
Al llegar a la patria, quinientos años antes, los niños vivirán increíbles e irrepetibles aventuras donde conocerán no solo la historia y los monumentos nacionales, sino que se introducirán en el mundo de corsarios y piratas.
El autor Huchi Lora no necesita presentación. Es una figura de amplia trayectoria en el mundo de la comunicación social y su trabajo ha sido reconocido por diversas instituciones públicas y privadas, así como por el Gobierno.
Sin embargo, pocos se han detenido en otros de sus grandes méritos: sus aportes a la cultura nacional. Sus décimas no solo se han difundido por décadas en espacios diarios, además de ser recopiladas en forma de libro, sino que han enriquecido el acervo de la cultura popular.
El autor ha sido testigo de excepción. Ha aportado a la identidad dominicana sus sanas ocurrencias, con un amplio y contagioso sentido del humor. Todo esto, unido a su fecundidad para la construcción del verso octosílabo y su facilidad (que no facilismo) para la rima consonante. Todo esto lo ha convertido en un maestro en el arte de versar. Sus décimas son crónicas que retratan un tiempo irrepetible. Su mirada no solo comenta el devenir de la vida política nacional, sino que se sitúa como parte de la sociedad para exponer sus buenos y malos momentos, sus experiencias, desafueros y denuncias. Algo similar (salvando las distancias) significó la obra de otro gran decimista popular (cibaeño como Huchi Lora,) Juan Antonio Alix, quien el próximo mes de febrero cumplirá el centenario de su muerte, efeméride que el Ministerio de Cultura debió resaltar con mucha mayor incidencia, no solo por el valor de la obra del maestro mocano, sino porque cien años de muerto solo se cumplen una vez.
Figura cultural Huchi Lora ha escrito también otros libros de gran impacto en el país como “Fuga o muerte” (sobre el asalto a la sucursal del Banco del Progreso de la avenida Independencia). También es autor de varias letras de canciones merecedoras de resonantes galardones internacionales en la voz de Johnny Ventura.
Su labor precursora también se evidencia cuando, junto a Johnny Ventura y Rafael Villalona, llevaron a escena en el Teatro Nacional una pieza memorable: “La ópera merengue”, en la cual el teatro, la danza, la música y la literatura se combinaron como elementos fundamentales idiosincrasia criolla.
También fue miembro del Comité Organizador del Primer Festival Internacional de la Décima, evento que devino en un singular acontecimiento donde se involucraron, junto a los artistas dominicanos, a figuras del género de otros países.
Fue el fundador (junto al desaparecido Silvio Herasme Peña) del Diario Electrónico Dominicano (DEDOM), primer periódico digital en la historia de la República Dominicana.
Como si esto fuera poco, fundó y dirigió por varios años la revista de humor político “DDT” cuyo contenido (en divertidísimos cómics) muy solicitado por el lector dominicano. La revista, a voz de pregón, se podía adquirir en diversas calles de la capital.
Por último, su labor como productor y co-guionista de cine se ha desarrollado hasta el presente de manera sostenida, lo cual se evidencia, entre otros, en los largometrajes de ficción “El teniente Amado” (Félix Limardo, 2013) y “Oro y polvo” (2015). Huchi Lora no es un profesional del cine y no ha realizado estudios superiores sobre este arte. Pero su innata intuición de artista, su creatividad y su sentido como profesional de la historia lo han llevado al terreno del cine en medio de un momento en que el país necesita de voces que no solo se dediquen a entretener a la sociedad con comedias de poca monta, sino con obras que hablen de sus valores y de su historia.
Muchas otras iniciativas de su talento se han aportado a la cultura nacional. Sin embargo, sirvan estas pocas como muestras de una vida consagrada a enaltecer los valores perdurables del pueblo dominicano.