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Habla la soñadora

"Me han preguntado por qué 'a una blanquita como yo' le interesa lo que sucede en La Zurza", relató a Ventana Merybell Reynoso, Comunicadora Social

AMerybell Reynoso le gusta imaginar un mundo mejor. Aunque parezca trillado, sueña con una República Dominicana libre de prejuicios raciales y en la que las relaciones dominico-haitianas se distingan por la armonía, el respeto y la comprensión. Su tarea es ardua si examinamos el historial de convivencia de ambos países y las implicaciones históricas y políticas que ha tenido este tema en la isla, pero, al parecer, la palabra obstáculo no existe en su vocabulario. Luego de presentar la campaña “Somos la Zurza”, para obtener el título de licenciada en Comunicación Social, Reynoso decidió continuar con el proyecto y en estos momentos trabaja para darle inicio en 2014. Conozcamos sus metas y motivaciones para seguir adelante con esta labor La educación es la claveEn 2013 inicié un trabajo de investigación sobre las relaciones dominico-haitianas en La Zurza, un barrio marginado de la zona norte del Distrito Nacional, y en la escuela Escuela Básica Aída Cartagena Portalatín, ubicada en ese sector. El lugar tiene una población haitiana bastante amplia y luego de realizar un levantamiento informal, descubrí la existencia de conflictos y discriminación hacia personas de esa nacionalidad. Por ejemplo, se realizaron varios grupos focales, con escolares de 8 a 12 años, y algunos repetían frases como ‘los haitianos realizan brujerías’, ‘tienen malos vicios’, que son postulados construidos por los intelectuales de la dictadura trujillista como Manuel Peña Battle y Joaquín Balaguer, mitos que fomentaron y siguen fomentando el antihaitianismo y la negación del elemento negro en nuestra cultura. Esto me motivó a realizar una investigación sobre las relaciones entre ambos países, estudiando a los padres, madres y tutores, escolares, profesores, líderes comunitarios y, por supuesto, consulté a expertos en el área. Luego de la indagación hice la propuesta de un proyecto y una campaña de comunicación y educación para los niños y niñas del barrio, con el fin de utilizar la comunicación social como plataforma y herramienta para producir cambios sociales y sensibilizar, modificar actitudes y percepciones erradas con miras a la construcción de una comunidad más sostenible para sus ciudadanos, a través de la promoción de los derechos humanos. “Somos La Zurza”El anhelo de la campaña “Somos La Zurza” es que ese barrio se convierta en un lugar donde la interculturalidad y la diversidad sea respetada, y los valores como la igualdad y la fraternidad sean acogidos y que este tipo de proyectos de educación intercultural se puedan reproducir. El proyecto incluye talleres, actividades recreativas e incluso cursos gratuitos de creole. Todos los materiales educativos y audiovisuales se realizaron en creole y español. También incluye un rap en español, creole y en ambos idiomas sobre los Derechos Humanos, escrito e interpretado por el rapero urbano, Guillermo Vásquez, alias “El Guish”, que cuenta con la participación de un cantante urbano de nacionalidad haitiana, Stanley Dumervil. El apoyoHay algunos aliados estratégicos confirmados y otros por confirmar y espero que sigan involucrándose (porque se necesitan recursos y ayuda),. Muchas personas han decidido involucrarse, incluso gente que no reside en La Zurza. Tuve la ayuda de tanta gente en la realización de la propuesta de campaña, empezando por los directores del Escuela Básica Aída Cartagena Portalatín y sus profesores, los líderes comunitarios e incluso personas de la Pastoral Haitiana y del Centro Bonó, como el Padre Mario Serrano y la Hermana Julie, una dominíco-africana que trabaja en La Zurza. Los líderes comunitarios, los padres, madres y tutores, las autoridades administrativas y los profesores y profesoras están interesados e involucrados en hacer la campaña una realidad y trabajan en la escuela el tema de los valores y los derechos humanos. Incluso, los dirigentes comunitarios de las 20 organizaciones de este sector ya están tomando clases de creole. Un motivo para lucharMe han preguntado que por qué “a una blanquita como yo” le interesa lo que sucede en La Zurza, o por que debería interesarme las buenas relaciones dominico-haitianas, y en esos momentos recuerdo la expresión “piensa globalmente, actúa localmente” que es una frase que he aprendido en mis años de voluntariado y ejemplifica cómo los trabajos que se realizan localmente se reflejan a grande escala. Si cada ciudadano pone de su parte, se logra construir una mejor nación. Siempro sufro por las inequidades sociales y por eso es que de adolescente me involucraba en todas las actividades de bienestar social, pues lo veía como una forma de contribuir a los ideales de paz y justicia. Creo que estudiar Comunicación Social también nos da una especial sensibilidad para estas cosas. Trabajo de todosPienso que queda mucho por hacer. Admiro los esfuerzos de muchas organizaciones de la sociedad civil que defienden los derechos humanos y resaltan la importancia de la interculturalidad y la convivencia para crear espacios de diálogo y reflexión. Pero esto no es suficiente. El Estado necesita asumir seriamente el tema, con una voluntad política renovada que permita que se respete tanto el estado de erecho como los derechos humanos. Además, considero que los jóvenes como yo deberían interesarse más en esta situación y no darle la espalda simplemente porque “no les afecta”. Creo que todo esto es posible.

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